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OPINIÓN - DOMINGO, 26 DE AGOSTO DE 2007

 

OPINIÓN / AÑO 55

Ceuta y las agendas azules (XXI)
 


Tato Ferrer
tatoferrero@elpueblodeceuta.com

 

Unos dos kilómetros antes de llegar a Rincón, en el llamado con el bonito nombre de “Pueblo de pescadores”, en la parte de Holiday, se encuentra situada la casa veraniega del rey de Marruecos, a pie de carretera y de la hermosa playa de arena rubia-fina dorada al sol.

Mohamed VI pasa sus últimos días de descanso del verano 2007. A finales de este mes que se agota en sus días y en sus calores, regresará a Rabat capital del reino.

Rabat es a Marruecos lo que Madrid a España: los centros, los ejes, de las decisiones políticas.

Precisamente el pasado martes celebró su fiesta de aniversario. Junto a la puerta principal de su chalet, no demasiado ostensible, sin excesiva pompa, vivienda de recreo familiar que recuerdo desde hace muchos años, se situaban varios autocares repletos con los integrantes de grupos de folclore con los que animó la “fiesta”, junto a los ciudadanos de las poblaciones colindantes de Rincón y Tetuán. Asimismo, el espectacular grupo de motos blancas y sus motoristas, esperaban el momento de la salida del monarca. El variopinto color pone nota de tradición y alegría en el paisaje.

Ya tiene 44 años. Felicidades.

¿Por qué no sería posible tener algún tipo de relación, al menos de cortesía, con un rey con residencia veraniega a escasos kilómetros de Ceuta?

¿Sería una opción descabellada? ¿Se ha pensado en ello alguna vez? ¿Por qué razón las autoridades de Gibraltar sí pueden compartir trato de cordialidad con las del Campo de Gibraltar? ¿Es qué Ceuta no tiene derecho a tener protagonismo en el contexto que nos afecta? ¿Otros presidentes, por poner ejemplos, como el de la Junta de Andalucía, o el de Cataluña, sí pueden hacer “política internacional” con Marruecos? ¿Cómo se mide la “altura” de nuestra política local? ¿En el “centro” del ombligo de nuestra comunidad de bolsillo descosido?

¿Por qué cuando se nos ignora, se nos margina, en reuniones entre Madrid y Rabat, en asuntos que son de nuestra preocupación, no se nos moviliza para manifestarnos tantas veces como las que sean necesarias, en lugar de expresar tímidas quejas de plañideras?

¿Por cuál motivo unos determinados personajes, en ocasiones son tres, en otras son dos, aparecen en la televisión pública marroquí como “representantes”(¿) de un determinado colectivo ceutí, en los actos públicos del monarca?

Aparece también despachando amigablemente con Mohamed VI en la televisión marroquí. Tratado como un hombre de Estado, creo que tiene casa en Asila, y se desplaza con carácter oficial. Da la impresión, aparece en la televisión, como un asesor-amigo del rey. ¿Es qué el ex presidente del Gobierno, Felipe González, no estaría por la labor de mediar por un pueblo de su país necesitado de toda ayuda?

Ver al rey alauita conduciendo de forma acelerada, por motivos de seguridad personal, su Mercedes Kompressor descapotable, se ha convertido en una estampa habitual en los veranos de Tetuán. Su presencia estival ha impulsado todo esta zona de forma acelerada y provechosa.

Un auge beneficioso que los ceutíes podemos rentabilizar pese a que, una vez más, hayamos perdido el “motor” del desarrollo interno.

De cara a Algeciras, y de cara a nuestra vecina zona, nos hemos puesto en el furgón de cola.

BAÑOS DE MAR CASI EN CEUTA


A diferencia de su padre, Hassan II, volcado por la zona sur del país, el joven rey marroquí se baña todos los veranos a tan sólo 15 kilómetros de Ceuta.

De ahí que la zona más deprimida del deprimido Marruecos, se haya convertido en preferente en la política de actuaciones de desarrollo del país vecino.

Mohamed VI sí tiene agenda.

BAÑOS DE MAR EN PALMA


Por su parte, el rey de España, en sus veranos de Palma de Mallorca, desplaza, asimismo, a un séquito numeroso. La isla balear cuenta en estas fechas con una entrada económica extra considerable.

Juan Carlos I no tiene agenda.

Por mi parte, me permito llamar a la barriada con su arraigado nombre popular de la “Pantera Rosa”.

Escribe Antonio Fuentes, de la Cadena Ser en Barcelona, que la no visita del monarca a Ceuta es algo así como cuando se invita a alguien a venir a casa. Si no lo desea, por la razón que fuere, opina Fuentes, no hay que insistir más.

Disiento de tal opinión.


No se trata, desde mi punto de vista, de un puntual visitante en calidad de amigo. Su condición de Jefe de Estado, le obliga como empleado nuestro, a visitar esta tierra.

En la empresa privada cuando un trabajador no cumple con sus obligaciones, se le despide tras las tres faltas leves, motivando la sanción laboral grave.

No creo que exista otro pueblo que haya sido golpeado por la policía por manifestarse por las calles de la ciudad gritando: “¡Ceuta es España!”.

Tal prueba de patriotismo no se corresponde con el trato.

Pero no siempre existieron problemas de agenda.

PRINCIPES


El 20 de septiembre de 1970, siendo a la sazón alcalde de Ceuta, José Zurrón Rodríguez, los entonces Príncipes de España visitaron nuestra ciudad para celebrar el 50 aniversario de la Fundación de la Legión.

Con tal motivo, la Princesa Sofía, entregó una bandera a dicho Cuerpo en su acuertelamiento, Tercio Duque de Alba II, carretera Serrallo, de García Aldave . Cinco años más tarde, en noviembre, muere Franco.

Una vez más Ceuta como trampolín.

Al año 1933 se remonta el dato histórico de la última visita a Ceuta de un Jefe de Estado: Niceto Alcalá-Zamora, presidente de la II República española. Por su parte, el último rey que vino a Ceuta fue Alfonso XIII, acompañado de su mujer, se produjo el 5 de octubre de 1927.

MONEDA DE CAMBIO

Pero, si el problema fuera tan sólo la adquisición de la susodicha agendilla, puede que los ceutíes remediáramos tan grave carencia de herramienta de trabajo.

El problema es otro. Pasa más bien por la evidencia de que Ceuta es una posible moneda de cambio, según convenga por las circunstancias.

Claro que a cambistas no debería darnos nadie clase. Cualquiera es el guapo, por mucho “mono” que pueda ser uno, de llevarle la contraria a ese popular personaje asentado en la vía pública, frente a una de las entradas del Mercado de Abastos, con su correspondiente gorra publicitaria del partido de la derecha.

Hombre “ popular” de adopción, con corazón lleno de válvulas y de nostalgia, y un documento nacional de identidad de imitación, de tamaño de esos grandes de antes, con la foto y emblemas del líder de la dictadura, que guarda como oro en paño en uno de los bolsillos interiores de su chaqueta “cambiada”.

Personaje simpático donde los haya, que se busca la vida como puede, sin robarle ni molestar a nadie, al que aprecio, y al que nadie puede engañar en el cambio de moneda. De euros a dirhams, o viceversa.

Ceuta es una moneda de cambio en la medida que los ceutíes lo permitimos. En la medida de que nuestros valores de conciencia cotizan hipotéticamente en la Bolsa, a la baja.

En mi visita como director del “barco de papel” hundido, al Palacio de la Zarzuela, le mostré públicamente al rey una portada en la que figuraba su foto con la siguiente leyenda: “Palabras no; hechos si”.

En la hemeroteca enterrada constará, si es que consta el recuerdo de lo que no conviene recordar, este bonito episodio de mi “carrera” profesional al frente de mi “barco de papel”.

El rey de los españoles, de “todos” menos, es mi opinión, de los que no tenemos “fortuna”, se interesó vivamente por mi primera página. El tiempo ha demostrado que se quedó con el primer apartado del titular: “palabras”.

EL VIENTO SOPLA


Las mismas que se llevan los vientos. Los de poniente y los de levante. Los de temporal, también.

El rey de los españoles, de “todos” menos, vuelve a ser mi opinión subjetiva, de los que no tenemos “fortuna”, se quedó en las palabras faltando al mandato constitucional que le obliga a ejercer como tal: Jefe de Estado.

Este “perro con pulgas” que vagabundea con sus parásitos de sangre “roja”, se queda con el popular nombre de la barriada, tomado a pie de calle.

La verdad, no estoy en estos precisos momentos para ponerme, en la soledad de la compra, a hacer regalos. Aunque sea el de una insignificante agenda real.

Sea a su precio “real”, o al de a duros, de esos de a cinco pesetas entrañables de las de antes, de las mías. Antes del “cambio” para pobre de solemnidad.

Y es que España habrá entrado, eso dicen, en Europa, pero este “mono guapo, desde dicho ingreso en la Comunidad, está más alejado que nunca hasta de la Península.

Lo he referido en mis cariñosos artículos pero no puedo remediar hacer referencia a ella cada vez que me sale a colación el tema.

Mi querida hermana, Mari Luz, muerta a sus 56 años, de tristeza, me refería un comentario que no logro apartar de mi cabeza llenita de pajaritos:

-Tato – me decía mi hermana- con la peseta no llegaba a final de mes; con el euro no llego a la primera semana.

No me voy a referir al que ocupa escaño en el Ayuntamiento. Faltó tiempo en declarar persona non grata a Mohamed Alí. Coraje para pedirle al presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, su visita a Ceuta.

Y la exigencia al monarca ¿para cuándo?

Exigencia no es sinónimo de conveniencia.

Sería deseable, ahora sí, saber a qué atenernos. Está la independencia. Está cercano un rey que me salpica agua de mar en sus baños mediterráneos junto a mi pueblo sobre el que no deja de mostrar su “cariño”, en contraste.

Si todos los marroquíes terminaran marchando a Europa, en uno de mis tránsitos por su residencia de verano, puede que me detenga y me ofrezca como súbdito. Nos haríamos un favor mutuo.

Si una monarquía no tiene razón de ser sin súbditos. Si los súbditos no tienen forma de convertirse en una dinastía sin un rey, pues ambos ganaríamos en el trato.

Prefiero, puestos a servir, a quien “pretende” a mi pueblo, y así se expresa en cada ocasión que tiene oportunidad.

Bueno, a fuerza de ser sincero, me inclino por la independencia. Ni contigo ni sin ti.

¿Sabían ustedes que allá por los años 80 un grupo de personas de Ceuta diseñaron un plan en el sentido anteriormente apuntado? En dicho grupo no había ningún integrante de origen marroquí. Se extinguió con rapidez la llama del movimiento independista pero, de existir, existió. Así quedara en las meras ideas.

¿Sabían ustedes que pese a la proliferación de medios de comunicación locales, en las pasadas elecciones municipales, “faltó” la presencia de “otro” periódico que iba a aparecer en la ciudad en fechas anteriores a la celebración de los comicios?

¿Quieren más datos? Otro domingo, domingueros.

SOLEDAD COMPARTIDA


De no ser posible en Ceuta, me encantaría vivir mi soledad compartida en la isla del Perejil, abandonada por los piratas desde el día que las cabras se cabrearan por tanto chupeteo de su fresca leche.

Se dice que el hombre cuanto más tiempo pasa junto a sus semejantes, más quiere a su perro.

En mi caso, ocurre que cuanto más conozco la política que nos “venden” a “cambio” de una democracia que en Ceuta se hundió con mi “barco de papel”, más deseo llamar a la puerta de la preciosa cueva de la isla.

En plan Ali Baba aunque sea sin ladrones pues los muy pícaros no buscan ya refugios sin botines. Se bebían la leche y serían muy capaces de mirar mi dentadura por si tuviera algún postizo de oro. Prefiero que los piratas no estén por los alrededores. Bastante tengo ya. Más saqueos… no, gracias. Necesito ir descansando. Así me lo demandan mis “pulgas”, mi “mono”, mi “terrorismo moral”, mi “barco de papel” hundido, y hasta mis nuevas puñeteras enfermedades que también desean acabar con mi sentido crítico en una democracia local sin necesidad de más sentidos que los 5 de siempre, los normales, los de toda la vida, los únicos que debemos tener como gente “normal”.

Tan grande, como digo, fue el malestar de las cabras del Perejil por el malvado comportamiento de los piratas, que hasta las ballenas se solidarizaron con ellas dejando desde entonces de lucir en los cuellos de las camisas, en señal de protesta entre mamíferos sentimentales; los agustinos eso me enseñaron, nos instruyeron, a los antiguos alumnos, con su particular forma de educar. Eruditos y magistrales profesores del arte de que la letra de la enseñanza a golpe de palos entra con un dolor que no se olvida, pese al transcurrir de los años.

NUEVAS COMUNICACIONES


Nada más pasar la Casa Real de verano de Mohamed VI, a la derecha, en dirección del pantano, está el desvío hacia la nueva autopista. En unos cinco minutos se llega ahora a Tetuán desde Rincón. Recién inaugurada, ha sido gratis su recorrido hasta el próximo mes de septiembre en el que se pagará cuota de peaje.

A diferencia de las autopistas españolas, las marroquíes cobra cantidades irrisorias. El tramo Rincón-Tetuán ha sido el primero de los que se irán incorporando. En el plazo máximo de dos años Marruecos estará intercomunicada casi en su totalidad.

Se podrá ir a Tetuán y Tánger, en tiempos record.

EL NUEVO RETO

Pero, ¿cómo afectará estas nuevas comunicaciones a Ceuta?

Mientras tengo mis fundados temores sobre que la incidencia del gigantesco puerto de Dalia, a menos de 20 kilómetros por detrás de Benzú Smir, camino de Tánger, se comporte como un posible “estrangulador” respecto del puerto ceutí, a no ser que se adopten medidas urgentes correctoras del impacto. Por el contrario, las nuevas comunicaciones deberán suponer una nueva etapa en las relaciones bilaterales entre esta ciudad y nuestros vecinos.

De saber aprovechar Ceuta este nuevo y verdadero “pasillo” de comunicación, veremos con agrado de necesidad que el comercio local “viva” un positivo auge.

Otros comercios se verán con planteamientos de “cambios” de actividad, nada nuevo por otra parte, ante la salida masiva de los ceutíes a hacer compras tras la frontera de El Tarajal.

Los ajustes y reajustes comerciales no son cosa nueva.

Existió el mono cultivo del bazar; el turismo del paraguayo (con sus paraguas y quesos); la economía de “guerra” de los soldaditos españoles que llenaban los bares a la búsqueda de bocadillos y de novias ceutíes; el contrabando “salvaje; el pequeño contrabandeo…

Si la adaptación comercial en la actividad en cada momento, es posible...porque los hechos de los “cambios” están ahí. Que no tanto la reinversión.

Podría remontarme, por otro lado, a aquellos comercios perdidos en el tiempo de los años pasados sobre los que tendré que preguntar, con mi titulación “mojada” de facultad y de parado (¡vaya currículum!), a la bella durmiente, antes de morirse de amor aburrido por desengañado, y de sueño por culpa de las malditas moscas africanas.

Sin olvidarme tampoco, claro está, de entrevistar al Neardental una vez que se le pase el cabreo por tantas expectativas incumplidas “sobre el terreno”.

Ahora, las nuevas comunicaciones terrestres, puede que nos abran nuevas puertas comerciales y de todo tipo.

De siempre una buena comunicación ha sido el primer paso para potenciar los desarrollos económicos, sociales, y culturales de cualquier población.

Esta nueva posibilidad que se nos brinda cuenta, no obstante, con un viejo y gran problema. Las respectivas aduanas, la española y marroquí, han sido y son, un “cuello de botella” que necesita de una urgente solución.

Una solución que pasa por un entendimiento mutuo. Ceuta necesita de Marruecos. Pero, Marruecos, en la zona circundante, sigue también necesitada del flujo económico que proyectamos.

Mohamed VI, lo sabe. Nosotros, también.

Con tal conocimiento, una política seria de vecindad encaminada a la colaboración y participación social y cultural, se podría llegar a un encuentro mutuo, un espacio compartido, de nuevas “comunicaciones”, sin necesidad de que nadie se tenga que bajar los pantalones, ni ninguna prenda de vestir o desnudar.

Una relación de vecindad inspirada en el respeto limando diferencias y particularidades.

Si es mejor llevarse bien que mal; hacer la paz que la guerra innecesaria; evitar las tensiones y pleitos; Ceuta y Mohamed VI, podrían darse la mano.

En señal de una “nueva comunicación”. Que no así de ese planteamiento erróneo de “condena” en el entendimiento.

Bueno, domingueros, el 600 espera con impaciencia a que le eche gasolina para correr despacio por la nueva autopista de Rincón-Tetuán. Tardaremos más de 5 minutos pero, no importa. Llegaremos como cuenta la fábula de la tortuga. Que mi inseparable compañera toque madera.

Cosas de las agendas reales que se escriben, o no, con tinta “azul” de soberanos.

¿Cómo pasarán los domingos los reyes? ¿Cómo el común de los mortales? Vaya usted a saber.
 

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