Hoy es domingo, y los domingos
dicen que es fiestas de guardar. Me imagino que será fiesta
de “guardar” para el que pueda guardar algo. No es mí caso.
Puesto a “guardar” lo único que se me ocurre ”guardar” son
los papeles que tengo de los avisos a pagar. Estos bancos no
descansan ni los domingos. Un siglo de estos, que no tenga
nada que hacer, lo voy a dedicar a cabrearme con los bancos.
Cosa, esta, que le ocurre a la mitad de la población y a la
otra mitad también.
El problema que se te puede presentar, en el asunto de
cabrearte con los bancos es que, tu banco amigo, no te dé el
préstamo para poder irte de vacaciones. ¿Qué son unas
vacaciones sin pedir un préstamo?. Eso ni son vacaciones ni
nada. Sobre todo porque a la vuelta, no tienes que pensar,
cómo vas a pagar ese dinero que le debes al banco amigo.
Me estaba pensando todo esto, cuando al abrir la libreta de
anotar cosas importantes, esas cosas a las que doy
prioridad, me encuentro que he sido invitado a la boda de la
hija de un gran amigo mío. Uno de esos amigos que, como
siempre digo, los puedo contar con los dedos de una mano, y
me sobran dedos.
Mis amigos, Cristóbal Chaves y María Jesús López casan a su
encantadora hija Gemma, con Jesús hijo de José Reina y Mª
del Carmen Cubel. Y puedo decir y digo que, para servidor,
hubiese sido una enorme satisfacción pode asistir a la misma
pero… Siempre hay un pero, el hombre propone, Dios dispone
y, en este caso, los medicamentos todo lo descomponen.
O sea que lo de asistir a la fenomenal comilona que ser iba
a servir y poder compartir con todos mis amigos, pasando un
rato fenomenal tengo que dejarlo aparcado con dolor de mi
corazón. Así que decido, personalmente y en persona, acudir
a la Iglesia de Africa, Santuario de la Patrona de los
ceutíes, a darle un abrazo y mi más sincera felicitación a
mis grandes amigos, Cristóbal y Mª Jesús, en ese día tan
grande y emocionante para los padres de los contrayentes.
Por supuesto que le di par de besos a la novia, y un apretón
de mano al novio. A cada uno lo suyo. Oiga, amigo guarida,
nunca está de más darle un par de besos a un mujer guapa y
Gemma iba una jartá de guapa.
En la invitación, viene una frase de la que destaco lo
siguiente: “el amor es la fuente del futuro “. Y llevan toda
la razón del mundo, sin amor no hay futuro. El amor es esa
fuente inagotable, que mantiene unido los corazones de
aquellos que de verdad se aman sin más interés que su propio
amor. Ya lo decía aquel: “Has el amor, no hagas la guerra”.
Que ese amor, fuente del futuro, que os ha llevado a uniros
en matrimonio, sea el lazo indisoluble que os acompañe
durante toda vuestras vidas.
La felicidad sólo consiste en amar y ser correspondido con
la misma moneda. Una moneda que no tiene precio porque el
amor, como todo sentimiento, no tiene palabra para ser
definido.
Desde aquí y desde ya, os deseo de corazón, un futuro lleno
de amor. Un amor que se convierta en esa fuente inagotable
de esperanza e ilusión en el futuro.
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