|
La escalada de los tipos de
interés puede estar poniendo en dificultades a muchas
familias ceutíes que, lastradas por el peso de una hipoteca
que hace unos pocos años parecía asumible, hoy en día está
empezando a revelarse como una losa difícil de soportar. Así
lo demuestran los índices de morosidad, en continuo
crecimiento, que periódicamente da a conocer el Instituto
Nacional de Estadística (INE). Los analistas ya estiman que
hasta el 3,5% del crédito concedido por las entidades
bancarias españolas a través de hipotecas residenciales
podría estar en peligro por las subidas de tipos de interés
y otras dificultades para el pago de las mismas.
Con casi un billón de euros en créditos hipotecarios
concedidos por bancos, cajas y otras entidades financieras,
el saldo dudoso se elevaría hasta los 34.221,14 millones de
euros, según los últimos datos publicados por la Asociación
Hipotecaria Española (AHE), y aunque los expertos aseguran
que aún no hay motivos justificados para dar la “voz de
alarma”, lo cierto es que la morosidad de los créditos se
situó en mayo en el 0,7% del total, el nivel más alto este
año, y que contrasta con el 0,69% registrado en abril, según
datos publicados por el Banco de España. Mayo fue el cuarto
mes en lo que va de año en que repunta esta tasa, lo que
confirma la tendencia al alza de la morosidad, a pesar del
descenso aislado que registró en marzo, cuando se situó en
el 0,68%.
Las entidades financieras españolas afirman, sin embargo,
que los niveles de morosidad todavía no son muy elevados y
estiman que es normal que, tras las recientes subidas del
precio del dinero, estas tasas aumenten. La gran demanda de
viviendas que persiste tanto en Ceuta como el resto del país
es, según los especialistas en el mercado inmobiliario, un
motivo de tranquilidad, pero la costumbre nacional de ligar
las hipotecas a tipos de interés variables es un signo más
que suficiente para que los nuevos compradores estén más
atentos que nunca a la letra pequeña de sus contratos y los
asesores bancarios adviertan a los compradores de lo que
puede ocurrir a medio y largo plazo.
|
OPINIÓN / EDITORIAL
