La estimación de la asociación ecologista ‘Septem Nostra’
sobre el grado de incumplimiento de zonas verdes en el Plan
General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1992, que se elevaría
a un escaso 13% del total previsto, no se ha tomado con
indiferencia desde la Ciudad Autónoma. La consejera de Medio
Ambiente, Yolanda Bel, ha optado por la prudencia y ha
invitado a esa misma actitud a los críticos. “No hay que
precipitarse, ahora mismo el PGOU está en fase de revisión
para ver también qué zonas verdes hay que trabajar”,
puntualiza la popular.
Aunque no se haya construido, tal como estaba planteado, ni
un parque acuático, ni un minipuerto en la zona de la
Almadraba y tampoco se hayan materializado parques urbanos
en Arcos Quebrados o Loma del Morro, Bel ha preferido ser
positiva y mirar hacia los nuevos proyectos como Loma
Colmenar. “En esa zona del Príncipe se habilitarán
seguramente zonas verdes y, como ese caso, habrá otros”,
afirma.
Sus previsiones no se podrán comprobar hasta finales de
2007, fecha poco concreta durante la cual el presidente de
la ciudad, Juan Vivas, anunció que se presentaría el avance
del PGOU. Por ello, Bel insiste: “Lo importante es no
precipitarse porque el documento aún está en fase de
revisión y hasta entonces no se podrá actuar”.
Al interés general en el Plan General se añade el
cuestionamiento que Septem Nostra hace de los planes
especiales. Ahí la consejera es más directa. “Esa es una
actitud muy pesimista que no será del agrado de los técnicos
de Fomento que han apostado por los planes como medida. Las
críticas deben servir para avanzar”.
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