Como escribía ayer, las soberbias
murallas romanas de Lugo tras las que la ciudad respiraba
confiada fueron conquistadas arteramente (más que debeladas
por las armas) en la Semana Santa de 462. Veamos: tras
atravesar el "limes" del Rhin en el 406 empujados por los
hunos, los suevos alcanzan la Hispania romana donde tras un
"foedus" (pacto) con el Emperador Honorio se asientan en la
parte noroeste de la península, al norte de la línea del
Duero. Las fuentes hablan de un movimiento migratorio de
treinta mil personas, que se suman a la sociedad de
"acogida" galaico-romana. ¿Hubo intentos de fusión?.
Posiblemente. Hasta el año 429 y liderados por su rey
Hermerico (quien fallecería de muerte natural en el 441)
mantienen una actitud pacífica, pero a continuación la "interculturalidad"
pareció no dar para más: los suevos, apoyados por elementos
locales, empiezan a dedicarse a razziar el territorio
desestabilizando las provincias de la Lusitania, la Bética y
la Tarraconense, derrotando en el 446 al general Vito
llegado de Roma con la intención de frenar su expansión.
En el 448 las cosas se complican aun más: los suevos,
dirigidos por el rey Reckiario, son derrotados en la batalla
del Órbigo (cerca de Astorga) por los nuevos aliados
militares de una decadente Roma, los visigodos, que saquean
Braga. A partir de aquí nada es prístino, pues se da una
sucesión de golpes y contragolpes al hilo de pactos que son
rotos según la conveniencia de las circunstancias. Roma
sigue intentado comprar su seguridad asociando en sus
fronteras a pueblos maestros en el engaño. El 4 de julio del
451, según cuentan las crónicas, pudo verse en Galicia una
Aurora Boreal… Poco después el general romano Aecio
(auxiliado por fuerzas auxiliares de ascendencia germánica)
rompía el espinazo de Atila en la batalla de los Campos
Catalaúnicos. Pero el imperio se desangraba… Los mismos
suevos de la Gallaecia se escinden en banderías, siendo
degollado en el 459 uno de los aspirantes al trono, un tal
Maldrás. Alguien en Roma debió de preguntarse si, con esa
gente, era posible una "Alianza de Civilizaciones"… Pero
nadie lo hizo.
El cristianismo, dividido entre católicos (hispano-romanos)
y arrianos (emigrados germánicos, en líneas generales)
también echaba leña al fuego. En la Semana Santa del 462
bandas suevas rodean Lugo, no descartando los historiadores
algún tipo de pacto con sectores colaboracionistas de la
población, resguardada tras las murallas. En todo caso (al
fin y al cabo todos estaban cristianizados) se llega a un
pacto de no agresión, tras una llamemos peculiar "Alianza de
Culturas". Pero la tregua es rota en plena Semana Santa, en
la que la nobleza y gran parte de la población
hispano-romana es asesinada por los efectivos suevos. Tal
suceso ha entrado en los anales de la historia como la
"Pascua Sangrienta de Lugo".
La desintegración del Imperio Romano y el proceso de
laminación civilizacional consecuente es harto conocido.
¿Hasta que punto Occidente -con España a la cabeza- no
estaría repitiendo algunos errores de calibre histórico…?.
Rodríguez Zapatero, de vacaciones en Los Oscos a unos
ochenta kilómetros de Lugo, podría en uno de sus bucólicos
paseos por la zona encontrar un rato de asueto y reflexionar
sobre su "Alianza de Civilizaciones"… ¿Es posible el pacto,
Presidente, con cierto tipo de gentes sin ningún viso de
reciprocidad?; ¿sabe, señor Presidente, hacia donde nos está
llevando su política de alianzas?. Mírese ante el espejo y
pregúnteselo. En todo caso disfrute sus vacaciones por esta
bella tierra y sea muy feliz en compañía de los suyos.
Permítame: no se olvide salir siempre con el "chubasqueiro".
De nada.
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