Por fin, en un alarde de
facultades, otro programa de la telebasura que pasa a mejor
vida. "Dolce Vita" ha dicho adiós en un programa especial,
en el que reunieron a todo lo más "granado" de aquellos que
fueron a contar sus miserias.
La verdad que el asunto me ha preocupado y me ha hecho
pensar durante varios minutos.¿Qué va a ser de todos esos
qué fueron a ese programa a contar sus miserias, sus odios o
sus mentiras? ¿Ingresarán, la mayoría de ellos, en la lista
del paro algunos de ellos, pocos por ciertos, se dedicarán a
trabajar?.
Hombre, la verdad sea dicha de paso, eso de trabajar, para
la mayoría de ellos que han estado viviendo del cuento
durante años, va a ser algo muy duro. No creo que sus
cuerpos serranos, acostumbrado a ganar una pasta gansa por
sentarse a contar sus miserias, estén muy predispuestos a
currar que, además, eso de currar está una jartá de feo
Ahora, por el bien de ellos, no todo está perdido siempre,
como si se tratase de la película Casablanca, donde siempre
les quedaría París. A todos ellos, o al menos a una gran
mayoría, les quedará "Dónde estás corazón?. Lo malo, de todo
esto, es que ese espacio televisivo perteneciente a la
telebasura, no va a poder asumir a tantos cuentistas ni a
tantos periodistas del corazón porque, en el caso de los
periodistas, ellos tienen sus titulares fijos a los que se
tiene que mantener, que para eso llevan años en la casa.
Oiga, amigo guardia, la antigüedad, es la antigüedad y hay
que respetarla.
O sea que, una vez más, muchos periodistas del corazón, se
tendrán que ir al paro. ¡Cómo no hay periodistas en el
paro!. Seguro que se irán más periodistas al paro, que
personajillos del tres al cuarto contando sus miserias a
todos los que las quieran escuchar.
Algunos de estos cuentistas contando lo mismo que vienen
contando desde hace años, sin variar lo más mínimo sus
historietas, de las que llevan viendo más años que Cascorro
estuvo en la mili.
Seguro que Antonio David, el ex marido de Rocío Carrasco,
separado desde hace, si la memoria no me falla, ocho años
tendrá un lugar fijo en el programa "Dónde estás corazón",
para que pueda continuar, algunos años más, contando los de
sus cuernos y tal. O sea lo mismo, sin variar nada, que
viene contando desde que se separó de la hija de mi gran
amiga, Rocío Jurado.
No es por nada, me importa un bledo y el otro también que
cuentes lo que quieras contar pero, hijo mío, a ver si
cambias el disco que está más sonado que las maracas del
incomparable cantor cubano, Antonio Machín. De verdad,
Antonio David, ya aburres hasta las vacas, y mira que estos
animales son pacientes, más pacientes que Job. ¡Que ya es
decir!
Una cosa hay que reconocerte, de tanto ir de televisión en
televisión, contando la misma historia, has aprendido el
oficio de tertuliano y te defiendes, haciendo lo más viejo
del mundo en el medio, no dejar hablar al contrario.
Me decía un amigo que con los cuernos pasa como con los
dientes, que duelen cuando se echan, pero que después se
come hasta con ellos. Es sólo un decir. Y si mi amigo lo
dice, con pleno convencimiento, quién soy yo para quitarle
la razón.
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