El teniente coronel Rodríguez Claudio, ceutí de nacimiento,
ha sido nombrado máximo responsable de uno de los Batallones
de la recientemente creada Unidad Militar de Emergencias. El
teniente coronel comenta las labores que desempeña en su
nuevo cargo.
Pregunta: ¿Qué ha supuso para usted en su carrera,
profesional dentro del Ejército español, asumir el cargo
responsable de este II BIEM de la Unidad Militar de
Emergencias?
Respuesta: Ha sido un nuevo y apasionante reto, el hacer
frente a situaciones que puedan afectadar a la vida o la
integridad de las personas y sus bienes es una
responsabilidad que siempre hemos asumido los militares. La
particularidad de la nueva situación es que lo hacemos con
medios específicos y con profesionales instruidos y
adiestrados para estas situaciones de emergencia.
P: La UME se creó específicamente con la idea de actuar de
forma rápida y eficaz ante cualquier situación de catástrofe
que se diera en España. A tenor de esto, ¿se podría
considerar la UME como un cuerpo de élite dentro del
Ejército?
R: Nosotros formamos parte de las Fuerzas Armadas y somos
una Unidad joven con un gran espíritu de superación y con
ilusión en esta tarea de servicio, afortunadamente todas las
Unidades de los Ejércitos y la Armada española son unidades
de élite en su permanente tarea de servicio. Por otra parte,
es cierto que los militares profesionales de tropa tienen
que tener este primer compromiso cumplido y además se les
exige unas pruebas de selección para acceder a la UME, pero
en ningún momento nos consideramos mejores que los miembros
de las demás Unidades. Hacemos nuestra labor lo mejor que
sabemos y podemos.
P: ¿Cuál es la preparación que reciben los hombres
destinados a este II BIEM, del cuál usted es el máximo
responsable?. ¿Hay algún tipo de formación específica o
adicional que se les imparta a estos militares?.
R: La preparación es una tarea constante y continua que se
inicia con el plan de formación básico en el Campamento de
Emergencias. Ésta primera formación se realiza durante cinco
semanas en la base “General Álvarez de Castro” del Ejército
de Tierra (San Clemente de Sasebas, Gerona). Éste primer
curso está compuesto por diversos módulos teóricos y
prácticos sobre cómo actuar en inundaciones, terremotos,
derrumbes, incendios forestales, nevadas, empleo de
transmisiones y evacuación sanitaria en emergencias, todo
ello para saber actuar en situaciones de crisis. A esto se
añade además un módulo de instrucción física.
Una vez incorporados al BIEM, el personal de la UME continúa
con formación e instrucción en niveles medios y superiores,
tanto en centros militares como civiles, oficiales y
privados, que incrementan y perfeccionan conocimientos para
afrontar misiones con mayor rapidez, seguridad y eficacia.
P: ¿En qué se puede diferenciar un día en la vida de un
soldado de cualquier batallón a un día en la vida de un
militar miembro del II BIEM?.
R: Nuestro personal tiene una formación orientada a las
emergencias, por lo que, en estas fechas, durante un día
normal pueden estar interviniendo en un incendio forestal,
realizando un ejercicio de colaboración en el marco del Plan
INFOCA (de lucha contra incendios forestales de la Junta de
Andalucía) o participando en un nomadeo en las proximidades
de las zonas de mayor riesgo de incendios forestales.
Durante un día normal estos militares también realizan
instrucción de tiro, topografía, marchas o conducción de
todo terrenos.
P: Su Unidad, el II BIEN de Emergencias, actúa en Canarias,
Andalucía, Ceuta y Melilla. Poniendo como caso concreto,
Ceuta, ¿Cuáles son las principales catástrofes que podrían
producirse en esta ciudad autónoma?. ¿Cómo se actuaría?.
R: El Batallón que dirijo no está solo, todos las medios de
la UME y de las Fuerzas Armadas estarían coordinados para
atender estas situaciones de emergencia, de hecho hemos
contado con los apoyos del Ejército del Aire para sofocar el
incendio reciente que ha sufrido Canarias. Nuestros
efectivos pueden desplazarse vía marítima o por medios
aéreos. En función de la urgencia se tomarían las medidas
adecuadas para realizar la proyección de la actuación. En un
cuarto de hora saldría de la base hacia el lugar de la
emergencia el elemento de reconocimiento, y en una hora
saldría de la base el elemento de primera intervención. En
lo que se refiere al control del peligro ante una situación
de
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