Ceutíes, los trabajos de producción del mayor espectáculo
político de Ceuta de nuestro tiempo ha vuelto a comenzar. El
presidente Vivas elevó ayer en un marco incomparable, la
Puerta de Fez, el telón de la segunda parte de
conversaciones entre partidos para alumbrar el nuevo
Estatuto de Autonomía de la Ciudad. Aunque jueguen al
despiste, Partido Popular, UDCE y PSOE volverán a verse las
caras cuando Pedro Gordillo encuentre la fecha más propicia
en el seno de la Comisión de Redacción expresamente creada a
tal efecto hace casi tres años para repasar el camino andado
e intentar desmentir a todos esos que dicen, dentro y fuera
de las responsabilidades políticas, que todo esto es un
mayúsculo vodevil por la nula disposición de los grandes
partidos de implantación nacional a llevar al Congreso una
propuesta para convertir a Ceuta y Melilla en Comunidades
Autónomas aún a costa de soliviantar al vecino país.
Nadie lo dice, pero todos o casi todos parecen pensarlo. Eso
sí, de momento, ayer el presidente de la Ciudad volvió a
dejar claro cuál es la versión oficial: que a juicio del
Gobierno “el Estatuto de Autonomía vigente es mejorable y,
por lo tanto, revisable en varios ámbitos”.
“Uno de ellos, el más llamativo”, desgranó Vivas, “es la
posibilidad de alcanzar el rango de Comunidad Autónoma” y,
así, “dar un mayor protagonismo de la Administración local
en áreas tan sensibles para los ciudadanos como la Sanidad,
los Servicios Sociales o la Educación”. Otro es, según
Vivas, “la posibilidad e incluso la necesidad de mejorar la
financiación autonómica y al mismo tiempo de perfeccionar
nuestro Régimen Económico y Fiscal (REF)”.
“La revisión del Estatuto”, argumentó el presidente, “puede
ser un buen instrumento para su consolidación y mejora a la
vista de los elementos que en los últimos años han incidido
en la eficacia del REF: el desmantelamiento arancelario
generalizado, la globalización económica mundial y la
introducción de las nuevas tecnologías en el ámbito de la
actividad económica”.
Consenso deseable y “necesario”
“El Gobierno entiende”, dijo Vivas, “que la reforma debe
producirse con un consenso con matices: amplio consenso
deseable entre todas las fuerzas políticas de la ciudad y
consenso necesario entre el Gobierno de la ciudad y de la
nación, entre el PP y el PSOE, los dos partidos de
implantación nacional, tal como tenemos asumido y suscrito
con el MAP”.
Desde ese punto de partida el presidente, que ayer no quiso
hacer guerra con el asunto de los MENA y se limitó a
reclamar instrumentos “útiles” para su repatriación y
uniformes para todo el Estado, adelantó que en septiembre su
consejero de Presidencia, Pedro Gordillo, volverá a reunir a
la Comisión del Estatuto para “revisar los acuerdos de Pleno
de la anterior legislatura y analizar cuál es la situación
actual para que, a partir de ahí, cada uno manifieste su
posición política”.
El presidente de la UDCE, Mohamed Ali, líder de la oposición
en la Asamblea, manifestó ayer a este periódico su
disposición “absoluta” a acelerar los trabajos de la
Comisión e incluso se ofreció a “aplazar, que no renunciar,”
algunas de sus posiciones más controvertidas desde la óptica
del PP, como el reconocimiento, defensa y promoción del
árabe como patrimonio cultural ceutí “hasta que consigamos
ser Comunidad Autónoma”.
La portavoz parlamentaria del PSOE, Inmaculada Ramírez, aún
de vacaciones, también comprometió la voluntad de su partido
para “aprovechar lo mucho y bien que se trabajó en la
Comisión hasta que se suspendieron sus trabajos” y para
“conseguir ese objetivo legítimo de Ceuta que es ser
Comunidad Autónoma por el bien de sus ciudadanos”.
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