Cinco años hace ya de esto, en esas tertulias vip de tronío
y poder, hablaban, grandes ilustrísimas personas, de sus
vivencias por doquier. De los madriles, de calle Orensa,
Barrio Salamanca, Barajas, la Moraleja.
Que si la pesca, los yates, cabo Negro, que si tal y cual.
Mi gran amigo y gran caballero y mejor persona FRANCISCO
SANCHEZ MENCHEN giró la cabeza y me miró, el sabe que soy
CABALLISTA defensor de esta CEUTA mía, con sus barrios y
callejas.
Paco me miró y me dijo Javier mira estos, nosotros si
quieres hablamos de esa escalera de la HUERTA MARTÍNEZ, en
la encrucijada de Velarde Consuelo y Amargura, devoción y
poderío de chiquillos, entre el calor y la frescura. De los
108 escalones de la Peña, con sus piedras místicas La
Muerte, el Sogueo la Pirata y Marujita, del balcón del
Sarchal donde Dios, se le olvidó una playa al fin del edén.
En tus rocas me dejé un cangrejillo, entre sus aguas
cristalinas. Acantilados y vientos del Castillo Desnarigado,
los abrazos de los árboles, fundían las aguas de la playa de
la Potabilizadora, en las entrañas del Hacho, Bahía Norte,
Bahía Sur, playa de Punta Blanca, Calamocarro, con las algas
marrones como la tierra, dormitan por la orilla, mientras
uno mira avanzada Ceuta en el Estrecho. Esa Bandera del
Puerto, que coqueta, graciosa y morena del sol, se contonea,
al ritmo del Levante, al ritmo del Poniente, que si querido
Paco, que en Ceuta a los guisantes
les decimos chicharos, como los goles que mete el Ceuta, que
el azul claro, le ponemos celeste, como aquellas cerillas,
eran los mistos.
Como muchas Marías, que esperan al nuevo numero que ha
salido en la Cruz Roja, se van al puente, a coger la
camioneta, o como quieran la
valenciana, no digamos querido Paco, si vas al muelle a
coger el correo que todavía hay muchos que dicen, que van a
España,. Cuando aquí en Ceuta secan al aire, mecios por el
viento del Chorrillo, los mejores volaores del mundo, allá
donde se empieza o donde termina la Carretera Nueva. Ay Paco
se nos olvidaba, de esa poesía de sal, que es la noche
veraniega de Ceuta, pasear por la madruga al encuentro del
Foso San Felipe, una bendición de Dios, como nos íbamos a
dejar de piropear a la guapa MUJER CABALLA, orgullo y envida
de muchos pueblos, que todo el que aquí llega, echa sus
raíces, CEUTA les cautivó. Por eso no había mejor despedida
en esos postres de cebollones y coloquetas, el decirnos VAYA
POR DONDE VAYA SIÉNTASE ORGULLOSO DE SER CABALLA.
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