Los científicos de la Universidad de Cádiz, José Ramos y
Darío Bernal, junto a su equipo de trabajo, volverán al
yacimiento de la Cabililla de Benzú por sexto año
consecutivo para realizar una campaña extensiva de
excavaciones a cuatro años vista, entre el 15 de septiembre
y el 15 de octubre. Una segunda etapa menos centrada en el
laboratorio que pondrá el punto y seguido a los primeros
cinco años de investigación
La labor en el abrigo de la cueva servirá para analizar los
estratos que están por debajo de los 150.000 años, “allí
donde hay más posibilidad de hallar estructuras de fauna e
industria lítica que ofrezcan buena conservación”, explica
el arqueólogo José Ramos. Mientras tanto, los trabajos en el
interior de la cueva continuarán la excavación por debajo de
los niveles neolíticos, en la que llevan inmersos los
últimos dos años.
“Es una campaña ambiciosa en la que se va a conjugar el
trabajo de campo con el laboratorio. Y es que iniciamos una
nueva etapa de investigación en la que, dentro de tres u
cuatro años, tendremos que determinar si habrá una tercera”,
analiza Ramos. La cuestión es que se trata de un yacimiento
“con mucho futuro, no hay que olvidar que en Atapuerca
llevan 30 años de labor”.
En unas semanas recibirán la autorización general para
iniciar las excavaciones, entre las que ya cuentan con el
visto bueno del Ministerio de Defensa, propietario del
terreno.
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