Verde. La Ciudad Autónoma no ha cambiado de color en lo que
alerta por calor se refiere. Sólo hubo una jornada a finales
de julio en la que se rozó el umbral de los 33 grados
centímetros. Los datos dicen que ha sido un verano benigno y
la responsable de Sanidad Ambiental, Rebeca Benarroch,
considera que el periodo de alerta por altas temperaturas ha
remitido, ya que “normalmente” esta etapa empieza en la
segunda quincena de julio hasta la segunda de agosto. La
ausencia de olas de calor ha influido directamente en el
número de personas que han necesitado atención médica. Entre
el hospital civil y el militar se han registrado siete casos
hasta la fecha. Cinco de ellos fueron mujeres, con edades
comprendidas entre los 9 y los 36 años. El resto, dos
varones, de 8 y 28 años, según indican desde la Consejería
de Sanidad.
Roedores e insectos
La campaña de desratización y desinsectización ha finalizado
en las barriadas del extrarradio, según señala Rebeca
Benarroch. Los operarios trabajan ahora en la zona centro y
acuden a las llamadas de particulares. Asimismo, informó de
que el foco de termitas de la Basílica Tardorromana está
controlado. La empresa que se encarga de la fumigación de
este espacio concluyó en su última visita, hace unas
semanas, que no había actividad en los termiteros. La
administración ceutí, además de gestionar un servicio de
control de plagas en los espacios públicos y aquellos
privados en los que tiene competencia, posee un programa de
atención al ciudadano que consiste en ofrecer de forma
gratuita un primer diagnóstico del Servicio de plagas para
analizar la situación y una planificación de las actuaciones
necesarias en la zona, entre las que se encuentra la
coordinación con la Consejería de Medio Ambiente en la
limpieza, higiene y saneamiento del lugar. Posteriormente,
se aplican métodos químicos o biológicos activos en la lucha
contra roedores e insectos. Esta unidad se creó en el marco
de programas destinados a evaluar, controlar y prevenir los
riesgos de los factores medioambientales que influyen en la
salud humana. A partir de 2003 la Ciudad lleva a cabo
actividades dirigidas a controlar las poblaciones de
animales nocivas de forma selectiva para limitar el impacto
en la salud.
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