Desde la ventana de mi casa, recién ocupada (con “C” legal,
no con “K” de okupa, aunque lo parezca) observo la maniobra
de los barquitos y lanchas, que salen del puerto deportivo,
para esquivar al coloso que entra en el puerto a todo gas de
sus propulsores. Entre las dos romas puntas de la bocana,
que por la noche destellan verde una roja la otra, presencio
el cruce entre naves de distinto calado, envergadura, eslora
y manga. No tiene punto de comparación el majestuoso y
enorme catamarán, guiado con un simple mando de “joystick”
como si una consola de juegos se tratara, con el humilde
yate guiado por los brazos y manos del que empuña el timón.
A diferencia de los puertos de Cataluña en el de Ceuta
permiten, supongo, que icen las velas antes de salir del
mismo, cosa que no está permitida en la tierra de los
supuestos separatistas con idioma marciano. Luego, salido de
la zona de influencia portuaria, ya es de su único ego el
destino de las naves. Mientras contemplo todo esto, la calma
del mar traspasa sus fronteras y se instala en mi yo. Esta
calma, cercana a la chicha, deja resquicios en mi mente para
que columpie los análisis que sonsaco de otros articulistas
compañeros del diario.
Hay un articulista, ignoro si profesional o no, por cuanto
no me lo han presentado aún, que escribe de una manera harto
diletante y delirante; cargado de un rencor incomprensible
por cuanto no creo que los socialistas le hayan hecho algo
personalmente. Sus artículos rezuman cizaña, ponzoña, y
demás adjetivos que quieran inculcarle. Lleva el mismo
indicio de estar pagado por los miembros más destacados del
actual PP. Diríase que camina sobre rieles inamovibles del
pasado.
Sus ataques ponzoñosos vienen cargados de demagogia y pinta
el escenario político actual como un vodevil, tratando de
endosar, el vodevil, a los que nos gobiernan a nivel
estatal. Un vodevil que el mismo articulista representa en
el papel, a semejanza de aquellos teatrillos de papel y
cartón con que nos deleitábamos en épocas pasadas, cuando no
había televisión. El guión y su desarrollo se lo inventa él
mismo, llevado por su visceral e incomprensible odio a todo
lo que huela socialista o izquierdista. Pobre hombre que se
quedó anclado en 1975.
Por si fuera poco, esperaba encontrar lo que echa en falta:
el romanticismo caduco y vacuo. Echa de menos sus polvos con
Marlene Dietrich (con su lánguido sube-baja) y, cosa
extraña, con una Mata Hari a la que magnifica y da la
categoría de reina de salones elegantes, cuando no era más
que una vulgar puta de lujo.
Mezcla una serie de risibles referencias en una risible
batidora, con Zapatero, Sarkozi y la Merkel dándose de
sabihondo de la política, cuando no es más que un simple
anciano con recreaciones alegóricas y oníricas de un pasado
que, por suerte, no volverá a ser suyo. Si le duele las
referencias que le hago, sin conocerlo y sin que me haya
hecho nada… eso piénselo antes de escribir lo que escribe,
por cuanto lo hace dañando a todos los ciudadanos en
general, en un intento por proseguir el lavado de cerebro,
al que tan acostumbrado estaba en su tiempo bajo la batuta
de un general que sigue teniendo su huella en la ciudad, y
al que de vez en cuando iría a rezar. Capaz como es de
elevarlo a Santo, llevado por su extraño concepto (no único)
de la santidad. Ese hombre estará pendiente de hacerse un
repaso en Sanidad, supongo.
Por otro lado, ¿cómo es posible que se siga hablando de los
componentes de las bombas que mataron a 200 seres humanos?
¿Qué importa que fuera Titadyne, Eco2, Eco C2, goma 2, polvo
matarratas o polvo de espermatozoos? Tanto trataron de
marear a la perdiz calva con gafas que, no pudiendo soportar
tantas sandeces, se convirtió en águila real aunque mantenía
las gafas y la calva reluciente en su sitio. ¿Tan poco les
importa, a esos nostálgicos, la muerte de gente inocente?
Diría que prefieren alargar el tiempo, introduciendo
rocambolescas intenciones, para complicar las pruebas y que
no se destapara la verdad, con peticiones de que se
investigara el color de cierto moco, encontrado pegado bajo
uno de los asientos de los trenes siniestrados, por si
pertenecía a un etarra involucrado en los atentados y con
ello obtener la llave de la verdad y de la razón…
funambulesca actuación digna de tan funambulesco
articulista.
Tan aferrado está en pedir peras al olmo que todavía sigue
empeñado en vivir de las limosnas que el Gobierno tiene
obligación de dar a Ceuta en forma de subvenciones, si la UE
(a la que menciona como CE, manómetro del pasado) aumenta el
cupo a repartir como si de verdad cree que estemos tan
necesitados. Pobre hombre que clama por su exigua pensión…
Basta de montar mentiras. El pueblo de Ceuta no es tonto y
te tiene calado.
El espía es Florez, no Flores y el apagón es culpa suya, no
de Zapatero. ¿No te jode? Equilibre su propia balanza… el
retiro en asilos está a un paso.
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