Según un estudio, de esos que
hacen los estudiosos del asunto, la “brecha social” entre
los más y los menos pudientes de la ciudad volvió a crecer”.
En pocas palabras, paras que nos entendamos todos, que los
ricos son más ricos y los pobres somos más pobres. Después
de la conclusión a la que han llegado esos estudiosos del
asunto, no me cabe la menor duda que serán propuestos para
la concesión de algún premio importante, que haga justicia a
la profundidad de sus estudios. Y, ni te cuento, serrana del
alma, si ese estudio lo hubiesen hecho sobre la sopa de
ajos. Premio Nobel de Economía. Eso como muy poco. ¡Que
grandioso estudio!.
Desde la llegada del euro, los españoles somos un sesenta y
seis por ciento más pobres, que cuando teníamos nuestra
adorada “rubia”.Eso está de una claridad meridiana y, para
comprobarlo, no hace falta estudio alguno, sólo nos basta
con mirarnos el bolsillo y ve lo que da de sí veinte euros.
Antes esos veinte euros suponían tres mil trescientas
pesetas y, con esa cantidad, se podían realizar varias
compras. Hoy, teniendo en cuenta el rollo Macabeo del
redondeo, qué leches puede usted comprar con veinte euros.
Pues, sencillamente, un sesenta y seis por cientos menos de
lo que compraba antes cuando existía la peseta. Me explico:
Usted salía de casa y se tomaba un café por el que pagaba
cien pesetas compraba un paquete de tabaco que les costa
doscientas pesetas y, a medio día, se tomaba una cerveza por
la que pagaba a ciento veintiuna pesetas. En total pagaba,
cuatrocientas veintiuna pesetas. Ahora vamos a hacerlo en
euros. Un café un euro, un paquete de tabaco dos euros con
quince y una cerveza un euro cincuenta. En total cuatro
euros con sesenta y cinco que traducidos a pesetas serían
aproximadamente mil ciento sesenta y dos pesetas. La
diferencia entre pagar en pesetas o en euros sería, por
tomar lo mismo de setecientas cuarenta y siete pesetas más
por pagar en euros. Que, indiscutiblemente, salen del mismo
bolsillo. O sea, sin estudio alguno sobre el asunto, los
pobres somos más pobres cada día y los ricos son más ricos
abriéndose mucho más, por año que pase, la “brecha social”.
Somos europeos ¡que grande es ser europeos!. Lo malo de todo
esto es que somos europeos con sueldos africanos. A todos
esos que dicen que en Alemania se pagan muchos impuestos,
les diría que llevan toda la razón del mundo pero que
servidor, con permiso de todos ellos, le gustaría pagar los
mismos impuestos que los alemanes, pero cobra los mismos
sueldos que ellos y así cuando me jubile, con la paga de
jubilado, comprarme una casa en Mallorca.
¿Qué español con la pensión de jubilación, se puede comprar
una casa en Mallorca?. Por favor, tomadura de pelo la justa
que, con los años, cada vez nos quedan menos pelos. Y,
ahora, sube el pan un veinticinco por ciento y, por
supuesto, conllevará una subida en cadena de determinados
artículos relacionados con los cereales. Pero, ustedes,
tranquillos que para eso, cada año, suben el coste de la
vida, o sea un dos por cientos. Tela del telón.
Sin estudio alguno los ricos más ricos, los pobres más
pobres.
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