cultura - LUNES, 20 DE AGOSTO DE 2007

CEUTA
Cristina Rojo
cristinarojo@elpueblodeceuta.com

En 1921, un día como hoy, llegaba al Ministro de Guerra de aquel entonces un escrito firmado por el general Juan Picasso González. El autor del texto estaba llevando a cabo una investigación sobre el desastre de Annual, que había acontecido unos meses antes, y buscaba responsables de la trágica batalla en la que murieron miles de españoles.

Pidiendo los planes de operaciones e información sobre la actuación del general al mando del batallón (general Silvestre), el general Picasso topó con el general Berenguer, que se opuso a la investigación, preocupado por que pudiese revelar responsabilidades del Alto Mando (incluida la suya propia). Así, se dictó una nueva Real Orden que informaba al general Picasso de que debía dejar fuera de sus investigaciones los planes del Alto Comisario.

Pero Picasso se mostró en desacuerdo con tal orden, diciendo que debía investigar sin exceptuar a nadie, para concretar las responsabilidades de cada cual en aquel suceso. De esta forma, se trasladó a Melilla, donde trabajó durante nueve meses recopilando información sobre lo ocurrido, tomando declaración uno a uno a todos los supervivientes del desastre. En enero de 1922 Picasso regresó a Madrid, con un expediente de 2.433 folios que entregó al Congreso.

Allí llegaron a formarse dos Comisiones de Responsabilidades que debían encargarase de tomar una resolución en cuanto a la información presentada, algunos de cuyos datos se habían filtrado ya a la prensa, indignando a la opinión pública. La Segunda Comisión llegó a llamar al general Berenguer a testificar, pero su condición de diputado le protegió de consecuencias directas, y unos días más tarde se negó a la Comisión el acceso a las actas de la Junta de Defensa Nacional, con lo que se empezó a rumorear incluso que el rey Alfonso XIII podía estar implicado en el desastre.

Ante la situación de tensión que comenzaba a experimentarse y la falta de acuerdo entre los miembros de la Comisión, se convocó un Pleno para efectuar una votación general al respecto. Pero aquel pleno nunca llegaría a reunirse, puesto que el 13 de septiembre de 1923 el capitán General de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, se pronunció militarmente, disolviendo las cámaras y proclamando la Dictadura con el visto bueno del rey.

El político Bernardo Mateo Sagasta Echevarría rescató los archivos del expediente Picasso y los ocultó en la Escuela Especial de Ingenieros Agrónomos, donde permaneció hasta 1931. A pesar de que el rey fue procesado y condenado sin estar presente en las Cortes, no se sacó nada en su contra del Expediente Picasso. Y aunque se ha dicho que desapareció o se ocultó hasta nuestros días, es falso.

Finalmente el Expediente concluía , entre otras cosas, que la actuación de los generales Berenguer (Alto Comisario) y Navarro (2º Jefe de la Comandancia General de Melilla) fue negligente; y la conducta del general Silvestre (que estaba al mando de las tropas en Annual) fue temeraria.
 

La grave derrota militar de Annual desembocó
finalmente en la dictadura de Primo de Rivera

La Batalla o desastre de Annual fue una grave derrota militar española que ocurrió el 22 de julio de 1921 en la localidad marroquí de Annual, durante la Guerra del Rif.

Esta situación supuso una redefinición de la política colonial española en la zona norte de Marruecos, y provocó una grave crisis política, una de las más importantes que hicieron que se desplomase la monarquía liberal de Alfonso XIII.

De hecho, los problemas generados por Annual, desembocaron directamente en el golpe de Estado y la Dictadura de Miguel Primo de Rivera.

El gobierno de entonces, se vió obligado a dimitir, y se creó un gobierno de concentración nacional en el que formaron parte todos los grupos políticos. Sus decisiones estuvieron divididas entre quienes deseaban una intervención más decidida en Marruecos y quienes abogaban por el abandono.

En las cortes, aquellos días se llegó a escuchar que estaban “en el periodo más agudo de la decadencia española”, siendo la campaña de África “el fracaso total, absoluto y sin atenuantes del ejército español”.

En la región de Rif, en Marruecos, Abd el Krim (líder de las tropas del Rif) extendió su dominio por todo el protectorado español, llegando en 1924 a la cumbre de su poder. Pero su victoria supuso un giro en la política exterior de Primo de Rivera, que rápidamente cambió los planes de actuación y obtuvo un gran éxito en el Desembarco de Alhucemas, que permitió a España mantener una posición fuerte con la que pudo pacificar el territorio en menos de un año.