Estamos entrando en los últimos diez días de agosto y, junto
con el calor de esta época, es el momento clave para la
fiesta de los toros, en cuyos días, aunque sea en medio de
semana, no faltan festejos en cientos de poblaciones de
nuestro país.
Ahora es la época en la que se lleva la palma el norte de la
Península y más concretamente el País Vasco.
Atrás quedó, en los últimos días de julio, la feria taurina
de Santander, luego la de Vitoria, a continuación Gijón, que
parece que quiere entrar en el “alterne” con las grandes
ferias; San Sebastián, en días pasados, con un gran triunfo
de José Tomás y, por último, la semana que comienza, Bilbao.
Todo ello hablando de grandes ferias y corridas de toros, a
las que se unen San Sebastián de los Reyes, estos días
también, con sus encierros y que hacen todos ellos de la
geografía española, un mapa en el que la fiesta de los toros
es el punto de arranque.
Y un punto de arranque que trabajo está costando mantener,
porque por un lado los propios taurinos y por otro los
“antitaurinos” parece que están dispuestos a romper en mil
pedazos esto que llamamos “nuestra fiesta”.
Afortunadamente, empiezan a surgir voces autorizadas, o por
lo menos con respaldo, que salen al paso de los antitaurinos,
y para los que hemos seguido y seguimos la fiesta es de
agradecer que un medio, francés para más señas, con la
fuerza de Le Figaro, se coloque a la cabeza contra los
enemigos de la fiesta de los toros.
Comienza Le Figaro cuestionando, nada más y nada menos que,
en un editorial, si la abolición de la fiesta de los toros
debe ser un tema de Estado.
Y aquí se define el diario, apoyando las corridas,
precisamente ante la oleada de ataques que se ha desatado en
Francia, durante el verano, por parte de famosos o
simplemente famosillos como Renaud, Bardot o Van Damme, este
ha sido uno de los últimos actores en unirse al grupo de los
antitaurinos.
En su edición del pasado jueves, Le Figaro publicó un
editorial con firma, en el que se muestra partidario de las
corridas de toros, precisamente en los momentos más duros
para la fiesta, por cuanto se ha desatado este verano una
auténtica oleada, en contra, oleada levantada en Francia y
que ha sido encabezada por muchos famosos de los que ya
hemos citado algunos.
Esta oleada de enemigos de la fiesta de los toros se muestra
partidaria de la abolición, sin más, de estos espectáculos.
El autor del editorial, un prestigiosos periodista que se
ocupa de otras áreas en el periódico, Yves Thréard no se
anda con rodeos y asegura que “ hay asuntos más importantes
que debatir en Francia”. Pone ejemplos claros de temas más
importantes como inmigración, adaptación de ciertos grupos
en la sociedad, el futuro de muchos jóvenes..., en
definitiva, asuntos cruciales y vitales para la sociedad de
nuestros días.
El propio Yves Threard pide al Gobierno de Francia que “ no
ceda ante las vedetes que lo único que hacen es buscar
hacerse publicidad, diciendo que la muerte de las reses en
los ruedos es algo perverso y demoníaco.
Para el editorial de Le Figaro es comprensible que la
tauromaquia no agrade a todos, se puede comprender también
que a alguien le parezca cruel, pero de ahí a que sea un
asunto prioritario de Estado va un abismo.
Cita actividades de mal ejemplo para las leyes de todos los
países, como la F-1, que por su velocidad sería mortal en
las carreteras pero, sin embargo, esta modalidad deportiva
representa un gran espectáculo para todos los amantes de la
velocidad.
Considera, además, la indignación que es para muchos de que
la caza se siga autorizando, concluyendo con que no todas
las pasiones son vicios, por lo que si uno no las comparte,
es bastante con abstenerse de colaborar en ellas.
Pocas veces hemos visto una defensa tan a ultranza y tan
documentada, acerca de los toros, como aquí, cuando se
afirma que “ los toros son una tradición a la que no le
falta majestad cuando el talento de los actores aparece”, y
sigue en su defensa :” es una práctica cultural anclada en
algunas regiones del planeta, desde Castilla a Argentina,
que conviene respetar”.
Para no quedarse por las ramas, simplemente, Yves Theard
añade que “ con frecuencia quienes quieren su desaparición
son, curiosamente, los mismos que se quejan de la
uniformización del mundo y luchan por la persistencia de las
identidades. Concluye su defensa Le Figaro con “ su cruzada
es tan ridícula como la violencia de sus declaraciones”.
Aquí está la noticia, especialmente, Francia que conserva
restos, muy serios, de la tradición de la fiesta de los
toros, defiende “ a muerte” esta fiesta enfrentándose a los
famosos que se valen de los toros para intentar hacerse
publicidad gratuita.
En España son contados los que harían una defensa similar.
|