¿Se han enterado ustedes de que,
los hijoputas abertzales andan revueltos? Sí. Por el norte.
Con homenajes a esa ikurriña que se inventó el hermano listo
de Sabino Arana a fuerza de hacer pintarrajos sobre un
folio. ¿Qué si la banderola vasca tiene historia? Ninguna.
De solera nada, monada. Fue un plagio en colorines de la
bandera inglesa y la ideó el hermano listillo y echáo
p´alante del cantamañas de Sabino Arana que, sin ánimos de
señalar, era un paranoico mamarracho y estaba más loco que
una vicuña, que es la cabra salvaje del Perú. ¿Qué si a mí
me importa el tema de la bandera vasca de los vascos? Menos
que un carajo, por mí como si festejan y homenajean un tanga
de leopardo izado en un mástil y ondeando a los embates del
zéfiro, que es un viento literario, bucólico y pastoril.
Como siempre se me ha antojado la poesía de Garcilaso de la
Vega. ¿Se puede saber que están murmurando con semblantes de
popes ortodoxos en plena resaca de hidromiel? ¿Qué no es
hidromiel sino Cartojal peleón? ¡Me olviden y me respeten!
Pues soy mujer virtuosa y me como las tripas cuando veo
competir el diseño del Arana con los siglos de historia de
nuestra roja y gualda. ¡Y venga kale borroka! Por mí que se
coman entre ellos, quemen todos sus cajeros, se queden sin
sacar dinero, calcinen sus autobuses, los muy jilipollas,
que averíen los taxímetros echándoles laca de uñas y se roan
las uñas del dedo gordo de los pies. Hasta que no regrese el
PP, construya más cárceles, retire las competencias de orden
público al Gobierno Vasco, meta a udyquillos y picoletos a
hacer redadas y encierre a cien mil cabrones para que
cuarenta millones de españoles podamos ser felices, hasta
entonces, cuando lleguen Aznar y Rato y se apretujen para
darle lugar al excepcional matrimonio Enrique Rojas- Isabel
Estapé, no hay nada que hacer.
Yo lo sé y ustedes lo saben. Se ha perdido la batalla
policial, legal y judicial en el norte. Algún juicio
pamplinoso en la Audiencia Nacional… ¿Qué por qué son
pamplinosos? Porque no existe cadena perpetua, como existe
en los países con educación y con vergüenza y al criminal
que enganchan con treinta años, a los cincuenta ya está en
la calle, descansado por las vacaciones pagadas y tramando
para hacer más crímenes y dar más por culo. Falla el sistema
y eso nos hace desgraciados. ¿Qué mascullan con ademán
morboso? ¿Qué la violencia y el conflicto del norte son
temas manidos y aburridos y que lo que da morbo son las
fotos policiales de la Pantoja? Vale. Buena maniobra de
despiste. ¿A quien coño le va a interesar los homenajes a la
ikurriña y los desprecios a la roja y gualda cuando tiene
ocasión de ver a la Pantoja llorando y sin maquillar? Ese ha
sido el temazo del verano. De hecho, el conflicto vasco es
tan pelmazo y repetitivo que, sencillamente, “no es noticia”
y exaspera. ¿Es que no existen vascos españoles con un par
de huevos capaces de organizar un somatén y enfrentarse por
las calles a los borrokillas a palo limpio? ¿Qué mascullan
entre risillas aviesas? ¿Qué eso es “muy” políticamente
incorrecto y que los ciudadanos “buenos” no se defienden
dando la cara de los “malos”? Vale, florecillas del azafrán
¿Renegamos de nuestros bravíos arquetipos y nos convertimos
en Barbies merengosas? ¿Guerracivilismo? No. Autodefensa y
respuesta a agresiones externas y esa Constitución que
señala que, nuestro Ejército Español es garante de la unidad
e integridad de España ¿Qué eso no se puede decir porque te
sancionan? No. Que va. Nos hemos vuelto muy permisivos,
hasta el punto de que permitimos que, las fichas policiales
de las “presuntas inocentes” españolas, aparezcan en
revistas compartiendo portada con macizas de tetas
siliconadas, a partir de ahí “todo vale”. Rebajas morales,
saldos del derecho al honor y a la intimidad, dejación,
cortinas de humo de quema de basura y a rascarnos la ingle
derecha, simulando rebuscar monedillas en el bolsillo del
pantalón, mientras esperamos a Aznar.
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