Actualmente cuando se habla de
mejorar la seguridad, el diseño y la gestión urbana son dos
herramientas claves. Múltiples ciudades, tanto a nivel
nacional como internacional, han visto la necesidad de,
cuando las instituciones se encuentran con áreas donde se
combina una intensa actividad turística y recreacional con
lo residencial, considerar la opción de peatonalizar total o
parcialmente dicha zonas en horarios especiales o todos los
días de la semana. Alemania es, según los especialistas, el
país con más tradición y experiencia en el tema de la
peatonalización de calles. En los años treinta las ciudades
de Essen y Colonia implementaron las primeras, ejemplo que
fue seguido paulatinamente por una serie de ciudades. A
finales de los años setenta ya contaban con 400 áreas
peatonales unidas por redes peatonales de hasta 9 kilómetros
de largo. Tras cada peatonalización el comercio en esas
calles explotó con la afluencia de público, que a su vez
atrajo más público y nuevos locales, transformándose en
verdaderos mercados y centros de atracción turística.
Más tarde, en Bonn, Colonia, Hamburgo o Munich se
registraron espectaculares aumentos de un 50% en la cantidad
de público atraído a determinadas áreas que fueron
peatonizadas. En Copenhague, donde los comerciantes se
opusieron primero al cierre de las calles, como al principio
sucedió en la parte más baja del Revellín, más tarde
recibieron incrementos en las ventas que variaban entre el
25% y el 40%. Las buenas experiencias no son sólo europeas:
en Minneapolis, EEUU, los comerciantes incluso han
cofinanciado parte de obras con este mismo objetivo y la
misma China, con la economía que más rápidamente crece en el
mundo, se está apoyando fuertemente en áreas peatonales para
desarrollar los mercados internos. A las puertas del inicio
de la III fase de peatonalización (seguramente semi-peatonalización)
del Revellín es hora de que el sector comercial y la Ciudad
evalúen los resultados cosechados por estos trabajos a pie
de calle y se pongan en marcha experiencias similares en
otras zonas de Ceuta en aras a mejorar no sólo nuestra
economía, sino también la calidad de vida de los residentes.
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