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OPINIÓN - JUEVES, 16 DE AGOSTO DE 2007

 

OPINIÓN / VERBA SEQUENTUR

¿Qué busca Felipe, peloteando a ZP?
 


Miguel Massanet Bosh
miguelmassanet@elpueblodeceuta.com

 

“De cuando los dinosaurios quisieron colonizar de nuevo la Tierra”, es posible que fuera un buen título para aplicar al “resucitado” señor Felipe González. Este voluble político que, a pesar de los años transcurridos desde que, el mismo, provocó su caída a causa del caso Gal y de la subsiguiente corrupción que se detectó, al descubrirse los manejos de los señores Roldán, Barrionuevo etc.; sigue, no obstante, empecinado en darse a notar. Se sabe que nuestro ex presidente tiene negocios, no sabemos de que tipo, con su amigo mejicano y consuegro, el multimillonario señor Carlos Slim ( hombre más rico del mundo, según se dice). Se rumoreaba que estaba empeñado en que el difunto señor Polanco vendiera Sogecable a Slim y que mantuviera a Cebrián como factotum en el grupo Prisa. Parece que, de momento al menos, no le salió bien la operación y podemos suponer que, por esta causa, su carácter se está agriando. No nos debería extrañar, porque se trata de una de estas personas a las que el poder “le mola”, como dirían hoy en día. Fue defenestrado de la política cuando se creía que su estrella sería eterna y, desde entonces, se ha mantenido en un constante estado de furia contenida, que se demuestra cada vez que se le presenta la ocasión de lanzar sus ataques furibundos contra el PP. Lo curioso es que parece que le robaron su puesto en el gobierno, cuando fueron él y sus ministros corruptos, los causantes de que los ciudadanos, espantados ante tanta corrupción, decidieran darles la oportunidad a los populares.

Lo curioso del caso es que Felipe González no fue precisamente uno de los defensores de Zapatero, cuando éste accedió a la jefatura del Gobierno. Tampoco podemos decir de él que fuera un entusiasta de la política con los terroristas de ZP y, todavía menos, de las negociaciones con ellos cuando, el actual Presidente, se lanzó, a tumba abierta, para intentar llevar a cabo el famoso y desquiciado “proceso de paz”. Vayan ustedes a saber por qué se han vuelto las tornas y, el otro día, en una entrevista que le hicieron en el diario gubernamental, El País, se dedicó a desacreditar, sin contemplaciones, la política del PP y, en especial, al señor Aznar. Hay que decir que tiene una verdadera fijación por el antiguo presidente del PP, que fue quien le descabalgó de su puesto y, no sólo por el tema de la corrupción, sino que también lo barrió literalmente en las dos o tres ocasiones en las que se enfrentaron cara a cara en las pantallas de TV. Lo que le ocurre al antiguo líder socialista, al de Suresmes, es que ya es difícil reconocerlo como tal, porque, díganme ustedes ¿qué clase de socialista se pone a hacer negocios con un multimillonario y se brinda a hacerle de corre ve y dile, como un simple lacayo cualquiera?Si no fuera porque ya no nos espanta nada, debería llamarnos la atención como estos descamisados, objetores de las corbatas y defensores del reparto equitativo de la riqueza; son los primeros que, cuando la catan, se vuelven unos viciosos de ella. Ya tuvimos otros casos, por ejemplo el señor Solchaga que se está forrando o el mismo señor Boyer, antes depredador del señor Ruiz Mateos, expoliador de Rumasa y causante de que la compañía se desfondara cuando, más tarde, se ha comprobado que todo aquel boom no era más que una tormenta en un vaso de agua. Su matrimonio con la sofisticada Isabel Presley le hizo saborear de cerca las mieles de la jet y, desde entonces, las camisas viejas han ido a para a la basura para ser sustituidas por las de Armani y los zapatos de Prada.

Es evidente que todos estos que quieren reformar el mundo, que se desgañitan clamando por los derechos de los desheredados y que reclaman la igualdad de todos los hombres, son los que con más facilidad se instalan en el machito y de allí no hay quien los descabalgue. Recuerdo que, hace tiempo, se decía que no había peor señora que una doméstica convertida en nueva rica. De un González abogaducho laboralista a un Gonzáles que se trata de tú a tú con los ricachones sólo hay lo que entre un socialista y un capitalista, ni más ni menos. ¡Buena carrera! Pero, ¿qué quieren que les diga?, cuando un gobierno como el de Zapatero nos ha hecho tragar tantos sapos; cuando hemos visto como se han desacreditado las instituciones; cuando observamos vemos en lo que se ha convertido la lucha antiterrorista; cuando los ministros, la De la Vega y el propio ZP se han cansado de mentirnos para intentar llevar a la ciudadanía al limbo de la idiotez y cuando vemos como se planea, por aquellos que debieran velar por la unidad de la Nación y la solidaridad entre autonomías, la forma mejor de entregarlas a los nacionalistas –sólo para que, en las elecciones, los apoyen para seguir su labor destructiva –; el que ahora nos salga de la prehistoria don Felipe González a hacerse de gran valedor del socialismo, a convertirse en el protector del señor Zapatero – que, dicho de paso, le teme más que a la bicha – resulta, cuanto menos, algo sorprendente ¿No les parece?

Un Felipe González que –en su época fue adalid de la lucha antiterrorista, hasta el punto de que llegó permitir que se actuara fuera de la ley para intentar deshacerse de ellos con métodos ilegales – se nos quiera presentar ahora como el patrocinador de las barbaridades que ha cometido su sucesor, tanto con el Estatut catalán, como con Euskadi, los apaños con los terroristas y la solapada trama para entregar Navarra a los vascos; no puede considerarse más que como un esfuerzo del expresidente para congraciarse con las nuevas generaciones, quién sabe con qué objetivos e intenciones. Uno, ya lo suponemos, su rencor inagotable contra la derecha que lo desbancó, pero, ¿y el otro?, ¿no será que ve a ZP, en la cuerda floja, se ha apercibido de que cada día tiene menos apoyos dentro del partido y que en Navarra y Madrid el descontento contra su política es patente? Quizá, apoyado por su consuegro, el señor Slim, piensa que puede ser una buena ocasión para volver a intentar regresar al poder, apoyado por los descontentos del actual líder socialista. No pierdan de vista que en muchas ocasiones las alabanzas y los piropos son una manera sutil de “hacerle la cama” al destinatario de ellos. El tiempo se encargará de aclararnos las secretas intenciones de este peso pesado, verdadero Tiranosauro Rex, de la política. No se olviden ustedes del dicho “torres más altas cayeron”. Pues eso.
 

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