No sé por qué y no sé debido a
quienes, pero la Vuelta Ciclista a España, desde hace una
docena de años, ha ido a la baja, y al paso que vamos
volverá a estar convertida en una de esas vueltas regionales
o poco más, como estaba cuando Unipublic se hizo cargo de
ella.
Todo empezó con el cambio de fechas, con lo que pasó de ser
el atractivo de las figuras para hacer su temporada ( cuando
se corría desde el 20 de abril al 15 de mayo), a quedar
convertida en el refugio de los que no habían ganado nada y
querían terminar la temporada sin haber pasado un año en
blanco.
El mes de septiembre es bueno para las recolecciones,
vendimias y demás, pero para el ciclismo es el fin de
temporada al que llegan, incluso los grandes, con la fuerza
justita para no bajarse de la bicicleta antes de terminar la
ronda.
Todo esto por lo que respecta a las fechas y por lo que
atañe a las figuras que quieren brillar, sin contar que para
esas fechas ya los controles, sobre las sustancias
prohibidas, han sido tantos que los que llegan, tras pasar
la temporada, “a pan y agua”, no salen a dar la cara, más
bien, a dejarse llevar hasta la etapa final en La Castellana
de Madrid.
Y este año un poco menos, porque, por ejemplo, el Astaná, un
gran equipo, que por eso de que algún corredor suyo, que
veremos más adelante, ha estado entre los sospechosos, o más
que sospechosos, no es admitido a correr esta Vuelta.
Quienes más van a perder serán los espectadores, que no van
a poder disfrutar del ciclismo de los kasajos Vinokourov o
Kashenschkin.
Y es que la organización de la Vuelta, comunicó el pasado
lunes que el equipo Astaná no va a participar en la ronda de
este año, que comenzará en Vigo, de aquí a muy pocos días,
el día 1 de septiembre.
El Astaná es un equipo kazajo, pero con licencia suiza, y se
le ha retirado la invitación a participar por los últimos
casos de dopaje, en los que aparecen los citados Vinokourov
y Kashenschkin, uno de los cuales, el primero, dio positivo
hace un mes en el Tour de Francia, mientras que Kasheschkin
lo ha dado en Turquía.
Y al llegar a este punto debiéramos decir, muy bien, pero
claro, no hay dos equipos que a lo argo de la temporada no
hayan tenido algún problema parecido a este, con lo que si
se retira la invitación a los kasajos habría que retirársela
a la mayor parte de equipos que componen el pelotón.
Y todavía más, para devaluar la Vuelta del 2007, y es que al
Astaná, uno de los equipos más fuertes de los actuales, no
le va a reemplazar ningún otro equipo, con lo que este año
saldrá uno menos.
La decisión de no haber invitado a ningún otro equipo se ha
basado en el hecho de los controles de antidopaje que se han
realizado durante el mes de agosto.
Otra “ pata de cabra”, cuando estamos viendo que los que “
de verdad” hacen trampas, aventajan en tres años a los que
hacen los controles.
El director de la Vuelta, Víctor Cordero, afirmó que “desde
hace tiempo la UCI tiene la lista de participantes”. Y de
poco nos sirve que aseguren que se está haciendo un gran
esfuerzo para realizar estos controles, cuando en las
pruebas, en todas las importantes, se ha colado alguno, sin
haberle pillado en su momento.
Víctor Cordero y Unipúblic o a la inversa, han hecho mucho
por la Vuelta a España, pero no olvidemos tampoco que la
Vuelta les ha dado mucho a ellos, con lo que se han
complementado y no han hecho, en los últimos años, una
Vuelta mejor, sino que se han conformado y van a menos.
Este año, salvo algún milagro, no sé de qué santo o de qué
virgen, tendremos una vuelta de medianías y eso lo veremos
desde el mismo comienzo.
Los kazajos en un comunicado señalan que el Astaná lamenta
esta decisión de la organización de la Vuelta a España, pero
que la respeta. Nosotros ni comprendemos del todo, ni
respetamos esta decisión, de la Vuelta que comienza el día 1
en Vigo.
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