El presidente de todos los
españoles, José Luís Rodríguez Zapatero, ha iniciado sus
vacaciones en Doñana con una visita a Sanlúcar de Barrameda.
Allí, ante el cierre de Delphi, hizo una vez más gala de su
de su optimismo, asegurando que se abre un “futuro
esperanzador” para la Bahía de Cádiz. Oiga, amigo guardia,
si el presidente de todos los españoles, el mío también lo
dice, pues no se hable más.
Se que hay personal que no se va a creer que se vaya a abrir
un “futuro esperanzador” para la Bahía de Cádiz por el
cierre de Delphi, donde sus 1.549 trabajadores fijos después
de cobrar sus finiquitos e indemnizaciones pasarán a
engrosar las filas del INEM. De momento, a pesar de las
palabras del consejero de Innovación, Francisco Vallejo, de
que se habían cerrado acuerdos con empresas que “en corto
plazo de tiempo se instalarán en la Bahía” ninguna empresa
ha dado señales de vida
Que el consejero de Innovación, Francisco Vallejo, dijese en
vísperas de las pasadas elecciones municipales lo de los
acuerdos cerrados con empresas que se iban a establecer y
que ninguna hayan llegado, carece de la más mínima
importancia.
Lo importante, en estos casos, cuando uno se va al paro, es
mantener el optimismo por encima de cualquier otra cosa.
Peor sería cogerte un cabreo de padre y muy señor mío, en
cuanto se te acabe el paro, te hayas “jamado” las
indemnizaciones y te encuentres sin trabajo y con cuatro
bocas que mantener.
Si te pasa esto, no te cabrees, por encima de cualquier otra
cosa, muéstrate optimista. Ya lo dijo un anuncio de la tele
“Por qué llevar esa cara, pudiendo llevar una con una
sonrisa de oreja a oreja”. Y, sobre todo, nunca dejes de ser
optimista y no pierdas las esperanzas. Fíjate en mí, soy una
jartá de optimista y sigo manteniendo las esperanzas de que
me toque la primitiva.
Qué te vas al paro, tranquilo. Optimismo, mucho optimismo.
Igual, un siglo de estos te llaman y te ofrecen trabajo en
los planes de empleo, Oye, qué te dura un año, algo es algo,
menos da una piedra.
Bueno, para que no haya duda alguna, si no me quieren hacer
caso a mí por las razones que sean, se la pueden hacer al
presidente del comité de empresa de Delphi, Antonio Pina,
quien en unas manifestaciones a la prensa dice” El día 20
seré un parado más de este país, pero con perspectivas”. Ven
otro hombre con un gran optimismo. Cómo no será de optimista
que espera que de ahora a un año y medio o dos, no más, todo
el mundo que trabajaba en Delphi y sus empresas auxiliares
esté recolocados definitivamente.
Ahí lo tiene, lleno optimismo y esperanza, par de años
cobrando el paro y a renglón seguido, recolocados todos los
que de una u otra forma estaban ligados a la empresa. O sea,
tanto los fijos como los auxiliares. Sin duda alguna
recolocados en las empresas que se establecerán por aquellos
lares. ¡Ele ese pedazo de arte, que no se puede aguantá!.
Por el bien de los obreros que se han ido al paro deseo,
fervientemente, que se cumplan todos los deseos de este
hombre aunque, personalmente y en persona, no sé si
explicarle que los niños no vienen de París ni los traen las
cigüeñas en el pico.
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