Es posible que tarde años en haberlos o que, si se actúa en
consecuencia, nunca se vean en el área del Estrecho pazos y
clanes como los que se enseñorearon de la costa gallega en
los años ochenta y noventa gracias al tráfico de cocaína
pero, a juicio de Policía, Fiscalía y asociaciones
antidroga, estamos en el camino. “El término de la
‘galleguización’ lo hemos acuñado en el movimiento
asociativo de lucha contra la droga”, explica Francisco Mena,
portavoz de la gaditana Federación Provincial Antidrogas
Nexos, “para explicar el fenómeno, similar al que en su día
se dio en las rías gallegas, que se está reproduciendo en el
Estrecho de Gibraltar”.
Hace décadas, con Vilagarcía de Arosa como tótem central y
los ‘pazos’ como emblema social, los traficantes que durante
años se habían dedicado al tráfico de tabaco dejaron el
negocio y empezaron a pasar hachís primero y cocaína
después. “En el Estrecho está ocurriendo algo muy parecido:
empezó en el Campo de Gibraltar, que tradicionalmente ha ido
en todo por delante del resto de la zona”, advierte Mena,
quien se aferra a los datos oficiales para demostrar que su
tesis no está desviada.
Durante 2006 en Ceuta se aprehendieron poco más de 6.000
kilogramos de hachis y casi 96 de cocaína, cuyas
incautaciones crecen año tras año. En toda la demarcación
territorial que abarca la Audiencia Provincial de Cádiz la
cocaína capturada pasó de 180,3 kilos en 2005 a los 7.573
kilos en 2006. En el tráfico de hachís también hay cambios:
el año pasado (62.648 kilogramos) se capturaron en el
Estrecho casi 36 toneladas menos que en 2005 ó 2004 y casi
la mitad de los que se intervinieron en 2000. “Si bien una
gran parte de la cantidad total incautada lo fue en varios
alijos de elevadas cantidades transportados por
embarcaciones cuyo destino, en cuanto al consumo último, no
era solamente la provincia de Cádiz”, aclara la fiscal Ana
Villágomez, “estos datos corroboran las apreciaciones de las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en cuanto a la
utilización de la costa andaluza como zona de tránsito y
tráfico de este tipo de droga, procedente a través de
Marruecos de los países sudamericanos donde se cultiva y
elabora, así como también como lugar de desembarco y
ocultación de la misma, hasta enviarla a su destino final”.
“La Fiscalía”, hilvana Mena, “reconoce que cada vez se
incauta menos hachís porque el SIVE ha obligado a sus redes
a desplazarse a Huelva, Almería e incluso Valencia, pero
también porque quien se dedicaba tradicionalmente al hachís
está viendo mucho más rentable el tráfico de cocaína, en
primer lugar porque lo es y en segundo porque su demanda en
el mercado crece constantemente”.
Hace tiempo que fuentes policiales locales y nacionales
advierten de que la ruta de la cocaína sudamericana ya no
tiene parada fija en las rías baixas, sino que pasa por los
países subsaharianos para, vía África, llegar a Europa por
las costas españolas.
“Los puertos deportivos tienen muy poco control y estamos
seguros de que son una puerta de entrada de cocaína
clarísima”, lamentan desde Nexos, quienes subrayan que
“tradicionalmente el tráfico de hachís ha tenido muy poca
criminalidad”. “Cuando alguien está alijando hachís en
Tarifa o en La Línea y viene la Guardia Civil lo suelta y
sale corriendo, pero en el tráfico de cocaína las cosas se
mueven de otra manera, con armas y mucha violencia”, subraya
Mena.
La ‘multinacional’ de la droga
Que el ‘negocio’ no haya llegado aún plenamente a manos
locales es, según estas mismas fuentes, cuestión de tiempo:
“En el tráfico de hachís sigue habiendo muchos gaditanos
subcontratados por marroquíes para pasar el Estrecho”,
explica Mena, quien considera que el narcotráfico funciona
“como una multinacional”. “Ahora mismo se está
subcontratando el tráfico y distribución [la Memoria 2006 de
la Fiscalía de Cádiz y Ceuta advierte de la proliferación de
negocios de ‘Telecocaína’ para sortear, al transportar
pequeñas cantidades, la legislación vigente] pero la red
sigue en manos de redes foráneas”, reconocen fuentes
policiales, aunque “en el momento en que esos pequeños
contratados tienen dinero intentan montar su pequeño negocio
porque en la compra de mercancía es donde va la ganancia”.
Actualmente, según estos mismos informantes, por cada
kilogramo de hachís no propio cruzado a través del Estrecho
el operario percibe unos 120.000 euros: “Si el hachís es
propio”, comparan, “la ganancia se cuatriplica hasta rozar
los 500 euros por kilogramo y los pases llegan a una o más
toneladas [el fin de semana la Guardia Civil detuvo en
Huelva a un ceutí con más de 3.000 kilogramos a bordo de una
embarcación]... ¡Y el beneficio de la cocaína es
infinitamente superior!”.
Para poner coto a esta involución Nexos se ha reunido
durante las últimas fechas con el secretario de Estado de
Interior y el subdelegado del Gobierno en Cádiz, Sebastián
Saucedo, para trasladarles que a pesar de que “ahora mismo
la situación no es irreversible si se sigue permitiendo
vamos a llegar a una situación bastante complicada”.
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