Las siete naves que, hasta el momento, han recibido los
decretos de cese de actividad por parte de la Consejería de
Fomento han acatado las órdenes del texto normativo y
permanecen cerradas al público, según apuntan desde la
Policía Local de Ceuta. Los decretos llegaron al polígono
del Tarajal hace cinco semanas y en un plazo de quince días
después de la entrega de la documentación varias unidades de
la Policía Local se personaron en la instalación para
comprobar si el cierre se había hecho efectivo. Finalmente,
tal y como informaron fuentes de este cuerpo, así fue.
El cierre o no de la actividad no es una cuestión baladí.
Así, según informó el superintendente de la Policía Local,
Ángel Gómez, “las naves que no hubieran dejado de ejercer la
actividad comercial se habrían arriesgado a un nuevo
expediente de Fomento y a una denuncia ante los Juzgados”.
Si tras la comprobación rutinaria la Policía Local hubiera
encontrado alguna nave abierta esta circunstancia se habría
puesto en conocimiento de la Consejería de Fomento, que
podría decretar un expediente de cierre definitivo. El
proceso se repitiría con una nueva visita de la Policía a
cerciorarse de que se ha cumplido la orden y en caso de no
ser así las naves se atendrían a la pertinente denuncia.
El mensaje que se desprende, tanto literal como
implícitamente, del decreto es claro. Las opciones que
tienen los comerciantes son dos: regularizarse o dejar de
ejercer la actividad comercial.
La consecuencia directa de los cierres es el inicio de los
trámites para solicitar y obtener la licencia comercial o de
apertura de las naves en cuestión. De esta manera la Ciudad
consigue ‘enganchar’ a unos cuantos comerciantes más al
proceso de regularización iniciado hace algo más de un año.
Un cierre provisional
Desde la Cámara de Comercio se ha querido realizar una
matización al proceso regularizador. El cierre de las naves
expedientadas es un hecho, según las informaciones de la
Policía, aunque no se puede hablar de un cierre definitivo.
Así lo consideró el presidente de la Cámara de Comercio de
Ceuta, Luís Moreno, quien afirmó: “El que una nave haya
recibido un decreto de cierre no quiere decir que no vuelva
abrir en un futuro”. El matiz es que se trata de un cese de
actividad por carecer de licencia. De este modo, precisó
Moreno, cuando el propietario o el que ejerza la actividad
regularice su situación puede volver a abrir de nuevo sin
mayores problemas.
En esta misma situación pueden verse veinte naves más del
Tarajal, según las cuentas de Fomento y las manifestaciones
de la portavoz de la Ciudad, Yolanda Bel, que anunció en su
comparecencia tras el último Consejo de Gobierno que más
decretos de cierre iban a llegar al polígono “en las
próximas semanas”.
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¿Quién cierra los almacenes?
La cuerda en el Tarajal se ha
tensado mucho, pero no hasta llegar al extremo. Los
propietarios que han recibido el decreto de cese de
actividad desde Fomento han cerrado voluntariamente sus
naves y con ello han eludido un proceso más peligroso como
es el judicial.
Pero, en el caso de que los propietarios de las naves no
hubieran dejado de comerciar como lo han hecho cabe
preguntarse ¿Quién cierra las naves? Hasta ahora no queda
nada claro: “Nosotros no podemos obligar a las naves a
cerrar”, decía el superintendente de la Policía Local, Ángel
Gómez. Unas palabras que suscribía el consejero de
Gobernación, José Antonio Rodríguez Gómez, que definía la
participación de su consejería y de la Policía Local en el
proceso de “meramente notificadora”.
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