|
Han pasado ocho años y mis sensaciones perduran en el fondo
de mi ser cuando nos cuestionan nuestra españolidad. Yo
nunca he dudado de lo que soy. No me hace falta mi-rarme el
carnet porque lo tengo en mi sangre y en cuerpo y alma, el
orgullo de ser español, servidor al Rey Don Juan Carlos y
acatan-do las normas y leyes como un ciudadano español de
cualquier territorio de nuestra nación, ocho años de nuestro
encuentro en García Aldave, cuna de nuestra heroica Legión
Española de nuestro pueblo, sin distinción de raza, credo o
religión, las cuatro culturas a la llama-da de nuestra
patria, bajo el digno mando de nuestro comandante general,
don Fernando López de Olme-do, que lo que no consiguió
ningún dirigente político, lo consiguió con el cariño y
admiración hacia las Fuer-zas Armadas el reunimos todo el
pueblo de Ceuta y besar con afecto y orgullo nuestra enseña
nacional. Nuestra bandera roja y gualda, ocho años y un esca-lofrío
me recorre el cuerpo, el recordar las plegarias y oraciones
de los jefes espi-rituales y religiosos de las cuatro
culturas, imploran-do a Dios por tenernos jun-tos bajo una
sola bandera en esta bendita tierra, en-vidia y melancolía,
deberí-an sentir en otros lugares del territorio español, de
nuestro ejemplo de civismo y españolidad si no hay alegría
para un caballa, que pisar el suelo del cuar-tel de García
Aldave, en donde se une el pueblo y el Ejército con el himno
del Credo Legionario y los ca-ballas e hijos adoptivos que
tiene esta tierra. ¿Quién no ha llorado con el 'Novio de la
Muerte' a hombros de los gastadores? ¿Quién no se ha
estremecido con la Oración a los Muertos? ¿Quién no ha
vibrado y vi-toreado al paso del Tercio con porte marcial
cariño y devoción del pueblo en su fantasía popular? ¿Quién
no ha llorado con Ceuta, mirando su belleza desde García
Aldave?
Con orgullo lo digo, otro años más el motivo de mi pluma se
suba mi hombro, como un joven legionario, soñando con Ceuta,
con su gente, su Virgen de África, por mi tierra que es Espa-ña
de verdad. Recordando aquel diecinueve de diciembre.
|
OPINIÓN
/
ESCRITOS CABALLAS
