La mezquita ‘El Príncipe’, ubicada en la barriada ‘Príncipe
Alfonso’ vivirá, tras la conclusión del Ramadán, su primera
rehabilitación de carácter parcial. La reforma del templo
buscará una compatibilización de su uso religioso y
cultural. Para ello, se habilitará una biblioteca y un aula
de educación islámica, además de mejorar los servicios
higiénicos del edificio y restaurar toda la cubierta. Con un
presupuesto total de contrata de 120.000 euros, gestionados
por ‘Luna Blanca’, la arquitecto de la obra, María Teresa
Cerdeira, ha establecido un plazo de ejecución de tres meses
para concluir la obra. Esta restauración servirá para
aportar mayor bienestar a los cerca de 1.200 fieles que,
cada viernes, se congregan en la mezquita.
La impermeabilización de la cubierta y la creación de unos
servicios para las mujeres, ya que a día de hoy su baño es
independiente del edificio principal, integrarán las
necesidades primarias. Mientras tanto, la incorporación de
una biblioteca con todo el material del templo y la
preparación de una habitación para impartir enseñanzas
religiosas, donde incluir ordenadores, constituirán la
vertiente cultural de la obra. El tamaño del inmueble es
considerable, entre jardines, vivienda del imam y
dependencias anexas, el objetivo es tratar de mejorar la
mitad del espacio, sin afectar a volumetrías, centrándose en
labores de reforma interior y exterior.
Dentro de los tres meses de trabajos, la fase de demolición
durará un mes, la de estructura y cubierta tendrá una
duración de quince días, la albañilería y los
revestimientos, otras tantas jornadas, y la parte de
acabados, carpintería, solados y alicatados exigirá otro
mes.
De los 100.000 euros que dispone ‘Luna Blanca’, el gasto
superior (30.000 euros) irá a parar a las demoliciones. “Si
conseguimos rescatar algo de presupuesto, no se descartaría
aprovecharlos en alguna obra pequeña del exterior del
edificio”, apunta Cerdeira.
La reforma es de tipo parcial, pero aún así la mezquita se
encuentra deteriorada. Las lesiones más graves del inmueble
se refieren a las fachadas, con grietas de tamaño medio con
un aspecto “considerable”. Y también la cubierta, en la que
varios trabajos previos de impermeabilización “sin efecto
real alguno” han terminado por dañarla.
La mezquita de ‘El Príncipe’ tiene unas dimensiones
importantes y cuenta con varias habitaciones que actualmente
están en desuso. Por ello, según indica la arquitecto, la
comunidad de la barriada, propietaria del inmueble, “quiere
aprovechar los espacios”. De cara a rehabilitaciones
posteriores (la actual cuenta con financiación de la Ciudad)
quieren poner en funcionamiento el templo “para fomentar la
participación de todos los fieles”. En este sentido,
Cerdeira ha hecho varias propuestas, pero la inquietud más
apremiante de la comunidad es abastecer de una nueva
biblioteca al templo. La densidad de población de la
barriada periférica hace necesario empezar las obras tras el
Ramadán, “a partir de la semana del 15 de octubre”, concluye
Mustafa Abdelkader, presidente de Luna Blanca.
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