La asociación ecologista ‘Septem Nostra’ contempla con
sorpresa las declaraciones de la consejera de Medioambiente,
Yolanda Bel, sobre que la primera opción del Gobierno local
para el tratamiento de basura es, en estos momentos, una
planta de valorización. El presidente de la entidad, José
Manuel Pérez, es crítico: “decir planta de valorización es
lo mismo que decir incineradora. Es una forma de encubrir
literalmente la palabra con un término técnico. Un proceso
que, aparte de ser muy costoso, generaría una serie de
componentes químicos muy difíciles de eliminar”, subraya.
El proyecto del Ejecutivo ceutí aún no está definido, pero
Bel anunció ayer que la posibilidad principal para reducir
los desperdicios sería, según los técnicos, la citada
planta. Sin embargo, Pérez no lo ve igual. “Decir que es más
barato es el argumento más utilizado y es absolutamente
incierto. Todo el país tiende a desarrollar política seguras
en este campo menos nosotros”, lamenta.
Según explica, aunque se pusiese en funcionamiento, no
eliminaría “más allá del 40%”. Y después, las cenizas con
sus elevados índices de dioxinas y furanos. “En Ceuta no hay
planta de residuos tóxicos, entonces, qué sentido tendría la
planta de valorización”, cuestionan desde Septem Nostra al
hablar de la ciudad que más residuos de basura genera en
España, “con una 72%”.
La tendencia actual en Europa, indica, es el concepto
‘Basura cero’. Pero no es el camino que parece querer seguir
la Ciudad, opina Pérez. En este sentido, es indulgente y se
pregunta: “bien es cierto que hay comunidades con
incineradora, eso sería válido, pero porque sólo se emplea
para una parte de las basuras, no para toda, ¿cómo es
posible que el Gobierno local quiera emplear la planta para
eliminar el 90% de las basuras?”.
El Parlamento europeo ya no considera una incineradora como
sistema de valorización energética. “Lo llaman sistema de
eliminación”. Para Pérez, hay que abrir un debate sobre este
asunto y, para ello, se reunirá con la consejera tras el
verano. “Aún así, la ministra Narbona, cuando visitó Ceuta,
tampoco mostró una postura clara. De hecho fue bastante
ambigua”, concluye el responsable de Septem Nostra,
impaciente por iniciar un debate sobre este asunto.
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