Ni se dieron a la fuga ni fueron “interceptados” en la
entrada del CAS por la Guardia Civil. Los dos jóvenes que
pilotaban la lancha de cinco metros de eslora que anteayer
causó la muerte del joven soldado Ismael Ahmed en El
Chorrillo, que ayer fue enterrado, fueron “los primeros” que
se detuvieron para intentar socorrer al pescador submarino
según declararon ayer a este periódico. “No le vimos pero
notamos el golpe con el casco y posteriormente con la
hélice, nos detuvimos y nos lanzamos al agua para quitarle
el cinturón de plomo e intentar ayudarle”, aseguró uno de
los ocupantes de la lancha, quien también negó rotundamente
que la Guardia Civil los “interceptase” al llegar al CAS.
“Fuimos nosotros quienes les advertimos de lo que había
pasado y fueron los guardias quienes nos indicaron que nos
dirijiéramos allí”, explicó el joven, con siete años de
experiencia como titulado para pilotar embarcaciones, quien
se confesó “consternado” por lo sucedido y mostró sus
condolencias a la familia del fallecido tras el accidente.
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