Nuestros vecinos del sur calientan
motores según se acerca la esperada fecha del 7 de
septiembre. Mientras los estados mayores de los principales
partidos ya han presentado sus programas electorales,
algunos de los “peces pequeños” del variopinto arco político
marroquí aun están cocinando su oferta. A fecha de hoy, son
veintisiete las formaciones políticas que oficialmente
entrarán en liza para conseguir representación en el
Parlamento de Rabat.
Las novedades de estas elecciones pudieran ilustrarse en dos
escenarios, que intentaré esquematizar en las siguientes
líneas:
a) Atomización del arco islamista: al moderado “Partido de
la Justicia y el Desarrollo”” que se perfila como favorito,
le han salido hasta el momento dos competidores en su propio
campo: el “Partido del Renacimiento y la Virtud” por su
derecha y “Al-Badil-al-Hadari” (Partido de la Alternativa
Civilizadora), con una visión más avanzada de la religión,
por la izquierda. “El Partido de la Umma”, una tercera
opción “islamista”, aun no ha sido legalizado.
b) Reconfiguración de las circunscripciones electorales
efectuada por el Gobierno Yettu el pasado 22 de febrero.
Además de recortar el número de escaños en el Parlamento
pasando a 295 representantes, las circunscripciones clave de
las grandes ciudades (base electoral del PJD del doctor
Othmani) se dividen en dos, mientras aumenta el número de
diputados en las áreas rurales (¡que han visto reducirse su
población en los últimos años!). Esta última maniobra
gubernamental perjudica especialmente al PJD, muy
minoritario en el campo donde, por lo demás, el voto es más
fácilmente “orientable” basculando entre la tradición
caciquil y el criterio étnico-beréber, renuente al
“islamismo”.
Por otro lado la renuncia a su cargo el pasado martes 7 de
agosto de posiblemente la mano derecha del rey Mohamed VI,
el fiel y brillante Ministro delegado de interior, Fuad Ali
El Himma (quien por cierto protagonizó días pasados una
escabrosa riña en la frontera del Tarajal), ha abierto un
mar de especulaciones. Ex compañero del soberano alauí en el
Colegio Real de Rabat, el también joven El Himma (de 44
años) abandona sus actuales responsabilidades para poder
presentarse a los próximos comicios en una decisión de
calado que según ha declarado el interesado a la MAP,
curándose oportunamente en salud, “no responde a ninguna
agenda política”, lo que parece es difícil de asumir:
“excusatio non petita acusatio manifiesta”. El Himma
competirá “en pie de igualdad con todos los ciudadanos y
candidatos”, precisó por su parte un comunicado de prensa
del Gabinete real, en la región de Rahman, centro del país.
Otra de las líneas trazadas por Mohamed VI es investir de
legitimidad y transparencia al proceso electoral. En esta
dirección las elecciones serán supervisadas por el Consejo
Consultivo de Derechos Humanos (CCDH), presidido desde mayo
tras la muerte de Benzekri por otro antiguo preso político
(doce años en las cárceles de Hassan II) de reconocido
prestigio: Ahmed Herzeni.
Finalmente y como mar de fondo, la amenaza del terrorismo
islamista de “Al Qaïda en el Magreb” y sus células
franquiciadas.
|