Las oficinas de la Viceconsejería de Consumo de la Ciudad
Autónoma han registrado un total de 86 reclamaciones por
parte de los ciudadanos durante el primer semestre de 2007.
Todas ellas quejas están relaciones con el servicio que
ofrecen las navieras [Baleària, Acciona y Buquebús] en la
línea marítima de interés público del Estrecho de Gibraltar.
El 50 por ciento de estas quejas se recogieron en las
instalaciones que la Ciudad ha habilitado en la Estación
Marítima con el objetivo de acercar al usuario las
herramientas necesarias para pedir responsabilidades por un
mal servicio. Desde el 1 de julio hasta el día 20 se
contabilizaron 11 reclamaciones, cinco de ellas, también se
registraron en la oficina que Consumo ha ubicado en el
puerto. Son los datos más recientes, según indica el
viceconsejero de Consumo, Manuel Blasco. Los ciudadanos
reclaman, sobre todo, por retrasos o por el cierre
“prematuro” de las ventanillas a la hora de comprar los
billetes o adquirir las tarjetas en los embarques. Aunque
también hay algunas quejas por los servicios en clase club
que las navieras se niegan a cubrir. El proceso
administrativo establece un periodo de alegaciones por parte
de las empresas afectadas. Un instructor abre expediente y
si lo cree conveniente, dictamina la correspondiente
sanción.
La entidad a la que se le aplica la sanción económica tiene
derecho a recurrir por vía contencioso-administrativa. El
viceconsejero de Consumo indica que ya se han ratificado
multas para determinadas empresas, en 2007 aunque no precisó
el número.
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