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OPINIÓN - VIERNES, 10 DE AGOSTO DE 2007

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

Otra vez Navarra
 


Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com

 

Y ahora con la intervención directa del propio Zapatero, quien ha marcado que los socialistas de la Comunidad Foral tratarán de hacer una “oposición útil” con el presidente Miguel Sanz, al que dejarán gobernar, sin poner obstáculos, a lo largo de la legislatura.

En principio, puede ser algo nuevo en la forma de hacer política, pero ya veremos si las “buenas intenciones” no se rompen, en cuanto comience la campaña para las elecciones generales.

Desde hace tiempo, soy de la opinión de que Zapatero, en su partido, y fuera de él “no da puntada sin hilo” y la actitud que acaba de tomar, puede ser muy útil para sacar votos en otras partes, pero ya veremos la utilidad que le reporta en la propia Navarra. De momento, y para empezar, puede valer.

Cuando oigo decir a Zapatero que “ las cosas van a cambiar en las formas, en los estilos y en los contenidos políticos, en bien de la convivencia” se me pone carne de gallina, al comprobar que, otra vez, será capaz de engañar a Rajoy en el terreno más comprometido para el propio Zapatero.

Porque el asunto de Navarra sólo tendría un perdedor, si no se hace lo que parece que se va a hacer, que gobierne UPN, mientras que al gobernar los “parientes del PP, el que tendrá que afinar la puntería en el futuro será Mariano Rajoy, que va a tener que buscar algo más que palabras huecas y vacías de significado, para seguir en la escena, demostrando que es un “primer espada” sólido y no un simple “novillero” con ganas, pero sin dar la talla.

Oyendo, desde fuera, que se quiere convertir el Parlamento navarro en eje de la acción política y que PSOE y UPN van a buscar acuerdos para llevar a cabo una construcción positiva, es todo ello muy bonito, pero nunca debemos olvidar, tal como leíamos hace un par de días en uno de los editoriales del Mundo, que hay dos modelos duramente enfrentados en la Comunidad de Navarra, modelos que son irreconciliables, por cuanto uno de ellos defiende la Constitución, mientras que el otro trata de utilizar, en principio, una vía constitucional para integrar Navarra y Euskadi, con lo que un paso más tarde se trataría de lograr el derecho de autodeterminación de todo este territorio.

Zapatero, aquí, además de hacer un “brindis al sol”, trata de fortalecer su propia imagen, al renunciar a que se pacte con Nafarroa Bai, con lo que se da la imagen de que en el PSOE hay un proyecto nacional y no otra cosa. La situación es tan ambigua, como inconsistente, y lo único que se está haciendo es evitar unas nuevas elecciones en Navarra que le harían perder, por goleada, la Comunidad Foral y, de rebote, perder una gran parte de sus votos, a nivel nacional.

La jugada, pues, está siendo capitalizada por José Luis Rodríguez Zapatero, las rentas, ya veremos, quien las recoge.

Vistos los acontecimientos, Zapatero ha pretendido dar por zanjada la crisis socialista en la Comunidad Foral de Navarra, una vez que la Ejecutiva Federal vetó el acuerdo al que había llegado el PSN que se decantaba por alcanzar un pacto de gobierno con Izquierda Unida y Nafarroa Bai.

Un cadáver ha quedado en este camino, Fernando Puras, al haberse fijado desde Madrid, por encima de todo, “los intereses de la convivencia política”. Con esto se vende la imagen de un PSOE como paladín de “los que desean un tiempo de convivencia”. Será, por tanto, el PSOE el que inicie “ una política de convivencia”.

Y para que nada faltara, en su línea habitual de “hacer amigos”, Pepiño Blanco invita a que abandonen el partido los militantes críticos que no compartan la decisión de la Ejecutiva Federal. Esto es lo que se llama libertad en un partido político. Porque José Blanco insistió en que “la postura contraria al acuerdo con Nafarroa Bai es de obligado cumplimiento para todos”. La sentencia está dictada, o se acepta lo marcado desde Ferraz, o se puede cambiar de siglas.

Con todo esto, y para que UPN forme gobierno, con Miguel Sanz, el grupo del PSN se abstendrá en la investidura del candidato de UPN, pero sin dar un cheque en blanco a Sanz, o al menos esa es la advertencia que ha hecho Carlos Chirite, secretario general del PSN. Las espadas, pues, están en todo lo alto.
 

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