Ha pasado un año desde que el
dictador Fidel Castro cediera el poder, por cuestiones de
salud. Pero aquí, según parece, todo estaba “atado y bien
atado”, con lo que la situación sigue ahora, casi, igual que
con Fidel, por mucho que “el heredero”, su hermano Raúl,
haya tratado de introducir algunas reformas en el área
económica, para así legitimar su propia autoridad.
Ahora mismo, y ya desde hace un año, Fidel Castro no tiene
el control de la administración de Cuba, sin embargo, él y
no otros es el principal obstáculo para que no haya el
mínimo atisbo de reforma en el régimen, que viene perdurando
ya casi cincuenta años.
La realidad del Fidel Castro de hoy es un auténtico enigma y
es así porque su internamiento en un hospital, posiblemente,
en un ambiente totalmente secreto para todo el pueblo, y
sólo conocido para un pequeño círculo cercano al dictador,
hace que esa duda de ¿ Cómo está? ¿ Va a volver a coger las
riendas? ¿Estará en condiciones, de nuevo, para asumir el
poder algún día?. Todo ello tiene parados, especialmente, a
los miembros de la oposición, que en Cuba no pueden hablar,
y desde los EEUU, aunque alguno hable, su eco no se deja oír
en la isla caribeña.
Y es que todos los exiliados cubanos, cuando el pasado año
Fidel Castro se retiró, o lo retiraron, por la enfermedad,
pensaban que sería la ocasión idónea para dar el paso a una
transición democrática.
Fidel, incluso en el lecho de muerte, no lo hubiera asumido,
y su “hermano sucesor” va por el mismo camino, aunque ha
tratado de presentar algunos cambios cosméticos, pero no
trascendentales, para el día a día y el futuro de la isla.
Tampoco podría hacer mucho Raúl Castro, sabiendo que,
mientras viva, Fidel va a seguir defendiendo a ultranza la
ortodoxia estalinista igualitaria, para así impedir
cualquier cambio en el sistema.
Y que nadie se llame a engaño, porque se equivocan los que
consideran a Fidel Castro un fantasma virtual. Eso, todavía,
no es así y el auténtico artífice de la revolución no dejará
de influir, especialmente teniendo cerca al venezolano Hugo
Chávez, parlanchín para todo el mundo del estado de salud de
su “compadre” Fidel.
Alberto Montaner, presidente de la Unión Liberal Cubana,
asegura que “ Castro se preocupa de impedir que los cambios
ocurran, lo mismo en el ámbito político que en el
económico”. Así no hay quien cambie nada dentro y como fuera
Chávez viene actuando como portavoz privado, a lo largo de
la convalecencia del presidente cubano, las espaldas las
tiene perfectamente cubiertas el régimen.
En lo único que ha habido un pequeño guiño a la tolerancia
ha sido en algunas alteraciones marginales, como un mayor
reconocimiento de la crítica económica y social de la isla,
con la implantación de ciertos incentivos en el sistema
productivo, con el objetivo de que haya un poco más de
rendimientos.
En esto ..., pase, poca cosa es, pero en el complicado
asunto de los presos políticos, aquí no ha cambiado nada, o
incluso se va a peor, de ser ciertos los datos que desde
Miami nos daba la agencia EFE: hay 318, mientras que hace un
año había 300, estos datos parece que se los había
proporcionado a Efe Alberto Montaner, del que ya hemos
hablado antes.
El cambio obligado por la enfermedad, de Fidel Castro a
Raúl, únicamente ha servido para que el hermano del dictador
haya visto con sus propios ojos que Cuba está en el abismo,
tras 50 años d intolerancia y de dictadura estalinista.
Porque el régimen de Fidel Castro agravó las necesidades
básicas de cualquier sociedad: alimentos, ropa, vivienda y
unos mínimos servicios públicos.
En la Fundación Nacional Cubano Americana, su presidente
Francisco Hernández considera que hay un esfuerzo grande
para crear la imagen virtual de Fidel Castro, lo que se
resume en :“Creo que están aprovechando el tiempo para crear
las condiciones en las cuales, una vez que desaparezca
Castro, ellos puedan mantener el poder sin grandes
posibilidades de transformación del sistema”.
Dicho de otra forma, la oposición ve que los Castro y su
séquito han hecho de Cuba su finca particular que seguirán
dominando.
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