Una voz autorizada para opinar sobre el urbanismo y la
forma de hacer ciudad en Ceuta. Es uno de los papeles con
los que ha de cumplir el Colegio de Arquitectos de Ceuta que
desde el año 2000 está presidido por José Luís Marín. Desde
las nuevas instalaciones del COACE en la avenida Juan
Primero de Portugal Pérez aboga por una uniformidad de
criterios en la redacción del nuevo texto marco en lo que a
planeamiento urbanístico de la ciudad se refiere, el Nuevo
Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Pérez tiene claro
que la ciudad necesita un cambio de rumbo, más cercana a la
urbanización del nuevo siglo. Así la apuesta es una ciudad
más densa y concentrada, así como la construcción de
edificios en perjuicio de los conocidos como chalets
adosados. La base de la construcción de una ciudad
está en las propias fórmulas de concesión de obras. En este
sentido Pérez apostó por concursos con una mayor
participación de arquitectos y más cantidad de tiempo para
la realización de proyectos más serios y competentes.
José Luís Pérez Marín es un arquitecto malagueño de
nacimiento pero afincado en Ceuta desde hace muchos años.
Actualmente ostenta la presidencia del Colegio Oficial de
Arquitectos de Ceuta (COACE) aunque su andadura en la
organización comenzó años antes cuando en 1998 fue elegido
secretario del Consejo. Además, a nivel nacional es miembro
del Consejo de Medio Ambiente del Consejo Superior de
Colegios de Arquitectos desde el año 2002.
¿Cuál es el papel actual del COACE en Ceuta?
Con el cambio de sede que hemos realizado recientemente lo
que pretendemos es dar mejor los servicios a los arquitectos
que son nuestros asociados. Es un salto cualitativo contar
con más espacios de los que teníamos. Por otro lado no nos
olvidamos de nuesta labor como arquitectos de velar por la
legalidad de todo el proceso urbanístico de la ciudad de
manera callada pero segura. No buscamos la polémica y sí
soluciones.
¿Cuáles son algunas de las principales demandas de los
arquitectos a los que agrupaís?
Fundamentalmente son temas de interpretación del Plan
General de Ordenación Urbana (PGOU), cuestiones de
funcionamiento administrativo de la consejería de Fomento y
la concesión de obras y licencias. El arquitecto es el
primero que sufre cuando se producen varias interpretaciones
del PGOU y sus proyectos son modificados o se quedan en los
despachos. Todo esto viene derivado del Plan General
aprobado en 1992 y que está sujeto a múltiples
interpretaciones que a lo largo del tiempo se han ido
produciendo por parte de los técnicos municipales que han
elaborado los informes previos a la concesión de la licencia
de obras.
¿A qué se refiere con lo de las distintas
interpretaciones?
Estas se producen a la hora de reflejar en un proyecto
alguna de las diferentes instancias de un edificio como por
ejemplo puede ocurrir con la dimensión de los patios de
parcela (patios interiores). Es una interpretación de lo que
dice la norma. Si viene un técnico que a lo largo de diez
años no ha trabajado en el Ayuntamiento y no quiere escuchar
estas interpretaciones que corren por los pasillos está en
su derecho de aplicar fielmente lo que dice el Plan General.
Necesitamos un Plan General que tenga un lenguaje unívoco y
que no de pie a la subjetividad. Esto se podría haber
solucionado de manera que estas interpretaciones quedaran
reflejadas y documentadas en el PGOU y aprobadas por el
pleno de la ciudad. De esta forma no estaríamos sujetos a
las interpretaciones que de otra forma son de ida y vuelta:
Según el técnico que esté son de una manera y si es otro
serán de distinta. En el tema de la edificación y el
urbanismo que son motores de este país, no nos podemos
permitir tanta subjetividad. Debemos ser más objetivos en la
aplicación del PGOU.
El último avance realizado por Prointec prevé la
reducción en 107 hectáreas de la superficie urbanizable de
Ceuta. ¿Cómo se interpreta desde el COACE?
Pensamos que si hay un déficit o algo que achacarle al
antiguo Plan General es un problema de gestión. Entendemos
que la ciudad tiene unas dimensiones geográficas limitadas
con un patrimonio histórico y natural importante y pensamos
que lo que hace falta es una mejor gestión de las bolsas
urbanizables que existen dentro del casco urbano. Si se
pudiera llegar a ese entendimiento y la administración
apostara por otro tipo de gestión tendríamos suelo
suficiente para los próximos 10 años. Por tanto por qué
vamos a hipotecar el patrimonio natural si tenemos suelo
disponible. Por qué no aumentamos las alturas de los
edificios también. En esta nueva ola de sostenibilidad en la
construcción una de las prioridades es la condensación de la
edificación porque mejora la accesibilidad a los servicios
urbanos que la ciudad ofrece a los ciudadanos. España hasta
los 90 ha sido un ejemplo de país dominado por ciudades
condensadas. En los 90 surge el boom de las viviendas
unifamiliares adosadas han cambiado la tendencia y ahora
predomina la dispersión, algo que Ceuta no se puede
permitir.
Ceuta tiene una gran cantidad de terreno propiedad del
Ministerio de Defensa ¿De cara a construir una ciudad es un
hándicap o un seguro contra la especulación?
Realmente que gran parte del suelo de la Ciudad sea
propiedad de las administraciones es una salvaguarda de que
ese suelo se desarrolle urbanísticamente en un futuro con
todas las garantías de la ley.
El consejero de Hacienda decía que la Ciudad iba a estar
en “permanente contacto” con los arquitectos y promotores de
Ceuta. ¿Se han materializado esos contactos?
Aún no hemos mantenido ninguna conversación con el consejero
de Hacienda al respecto ni tampoco hemos sido llamados.
Hemos reclamado que todo lo que se produzca en cuanto a
contratos públicos deben darse a través de concursos
públicos de anteproyectos. No creemos conveniente que se
apuesten por los concursos de obra y proyecto como el caso
del paseo de las palmeras o Loma Colmenar. Entendemos que
esa manera de actuar va en detrimento del producto final. Lo
mejor es un concurso de anteproyecto de ideas con dos o tres
meses de tiempo. Los plazos de 15 días dan para muy poco al
arquitecto. Además no permitirá que un amplio abanico de
profesionales tenga tiempo de presentarse.
El edificio del Concurso EUROPAN de la promoción del
Monte Hacho ha recibido numerosas criticas. ¿Puede
permitirse una promoción pública, destinada al pueblo, no
encajar con los gustos de este?
Ese fue un concurso amparado por el Ministerio y por otras
muchas entidades como el Consejo Superior de Colegios de
Arquitectos de España. Es indiscutible que el que ganó lo
hizo por que lo decidió un jurado ateniendose a unas reglas.
Hay que ver cuáles fueron las bases del concurso, cuál era
la edificabilidad que se daba a esa parcela. A lo mejor nos
damos cuenta de que otras soluciones hubieran empeorado más
el entorno, o no. Quizás las condiciones urbanísticas que
tenía establecidas la parcela antes del concurso no eran las
más idóneas, de ahí que en el avance del nuevo PGOU se
elimina cualquier superficie edificable en el Hacho. El
urbanismo, los arquitectos, las políticas y sus responsables
van evolucionando, como los ciudadanos. El proceso
constructivo es lento pero deja huella mucho tiempo.
Nosotros ponemos como mal ejemplo de la construcción en la
ciudad el desbarajuste en cuanto a las alturas en nuestra
ciudad. En Ceuta han proliferado los sobreáticos 1 y 2
siguiendo la teoría de ‘hasta el infinito y más allá’ y se
ha permitido. Nos hemos encontrado manzanas con edificios
colindantes con distintas alturas donde asoman las paredes
medianeras que afean la ciudad. Es uno de los mayores
desastres urbanísticos de la ciudad amparado en el PGOU.
El COACE ha pedido mayor trasparencia en la judicación de
concursos de obras e infraestructuras ¿Los problemas que
véis donde radican?
Surgen fundamentalmente porque muchas veces a los concursos
no se les dan los plazos necesarios. Ha habido concursos de
obras de 70 y 80 viviendas a los que se les han dado plazos
de 15 días lo cual es irrisorio. La composición técnica de
las mesas no es a veces la adecuada. Hay que cuestionarse si
no debería haber una mayor presencia de arquitectos en
detrimento de los técnicos o representantes políticos. En
cuanto a los concursos públicos como el del Ministerio de
Vivienda, el famoso VIVA, lo que nosotros demandamos es que
si realmente hay suelo de promoción pública en nuestra
ciudad, como en otras comunidades, que sean estas las que lo
pudieran gestionar.
¿Cuál es el grado de cumplimiento de las normativas de
accesibilidad de Ceuta?
En este sentido nos hemos manifestado ya veces apostando por
el cumplimiento a pie juntillas de la ordenanza de
accesibilidad. En los últimos meses hemos tenido problemas a
vueltas con la interpretación de las ordenanzas. Hemos
reclamado a la Consejería que convocara a la Comisión de
Accesibilidad y en ella se solventara la diversidad de
interepretaciones que se están dando.
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