Valencia ha protestado formalmente ante el Gobierno central
por el envío desde Ceuta de inmigrantes del CETI sin “previo
aviso”. La Delegación del Gobierno en Ceuta ha puesto en
marcha un operativo de salidas semanales de inmigrantes
hacia centros de la península para “aliviar la presión en el
Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Ceuta, donde
hay más de 500”, señalaron fuentes gubernamentales.
Las salidas, habituales, se están produciendo hacia recintos
de internamientos existentes en Valencia, Málaga y Alicante,
como paso previo a la expulsión del país de estos
inmigrantes por aplicación de la vigente ley de Extranjería.
Los traslados, regulares, tienen como objetivo rebajar el
índice de ocupación del CETI, que está cerca de alcanzar su
capacidad máxima ya que está habilitado para 512 plazas y
tiene cubiertas, en estos momentos 507. El recinto ha
rebajado la cifra de acogidos tras haberse situado en más de
520 a mediados de julio.
La Comunidad Valenciana, a través de su Consell no tardó en
replicar. El consejero de Inmigración, Rafael Blasco,
criticó en un comunicado, que han recogido las agencias, “la
improvisación” del Gobierno central, al que acusó de decidir
“sin previo aviso” el traslado de inmigrantes desde Ceuta.
Pidió que a la hora de tomar estas resoluciones se tenga en
cuenta a las comunidades autónomas receptoras y que los
traslados vayan acompañados de “una financiación
proporcional” a las personas que llegan. El consejero
reiteró su petición para que se cree un fondo estatal que
financie a las comunidades que más inmigrantes reciben, y
con el que poder «hacer frente a las nuevas necesidades que
surgen de estos traslados”.
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