PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - DOMINGO, 5 DE AGOSTO DE 2007

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

El día de la cuenta
 


Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com

 

Se trata de un libro, esperado por mí, porque sabía desde hace más de una docena de años que un día vería la luz del sol. El libro lo ha escrito uno de mis mejores amigos, amigo de verdad desde hace cuarenta años, cuando él era seminarista que estudiaba en el Colegio San Carlos y en la Universidad Pontificia de Salamanca, y yo estudiaba Filosofía y Letras en la Universidad Civil, también, en Salamanca.

Mi amigo es Jesús López Sáez, un sacerdote nacido en un pequeño pueblo de Ávila y que se ha formado en universidades tan poco sospechosas como la Pontificia de Salamanca, la Gregoriana de Roma y la Complutense de Madrid. De esto no hay más que hablar.

“El día de la cuenta”, aunque en edición privada apareció en el año 2002, aparece actualizado y ampliado en el 2005, en Meral Ediciones.

El libro y de ahí su importancia es un juicio crítico sobre el papa Wojtila y ya lo indica el subtítulo:” Juan Pablo II a examen”.

Al final de su largo pontificado y ante el insólito proceso de beatificación, al papa se le pide cuenta de la causa de su antecesor Juan Pablo I y de otros asuntos, también importantes.

Este libro “El día de la cuenta” ya tenía un predecesor, también escrito por mi amigo, Jesús López Sáez, cuando en 1990 escribió y con gran éxito “ Se pedirá cuenta”. Por eso en este segundo libro el autor considera que “le corresponde al papa Juan Pablo II la más alta responsabilidad de curar esa herida mal cerrada de la muerte y figura de Juan Pablo I”.

Hay doce años de diferencia entre la parición de uno y otro libro, doce años de una historia con muchas tensiones y que marcan la diferencia real existente entre los dos papas. Karol Wojtyla tomó el mismo nombre papal que había tenido, durante un mes escaso, Albino Luciani. Esto sugería, en principio, continuidad, cuando – en el fondo- se da salto atrás, involución y ruptura. Importantes hechos que han sido ocultados o distorsionados, y ejemplos de ello podremos dar en próximas columnas en las que abordaremos, de nuevo, este tema.

El autor de “ El día de la cuenta” no lo ha tenido fácil, especialmente por determinadas “autoridades” clericales, y en el primer semestre del 2002, el obispo de Ávila, Adolfo González le amenazó con retirarle las licencias ministeriales “ en cuanto aparezca el libro a la venta” (pobre obispo, que corto de mente y que largo de soberbia) ya que según el señor obispo de mi querida Ávila “contribuye a difamar la persona y el pontificado del Santo Padre”.

Y como el autor del libro no tenía nada que esconder, él mismo envía el manuscrito al propio Papa. Desde el Vaticano no se le respondió, pero sí tiene el acuse de recibo de la Secretaría de Estado. Afortunadamente para Ávila, el obispo que amenazó a Jesús López Sáez fue trasladado a Almería, y al mismo tiempo Pedro Casaldáliga, obispo de Sâo Felix do Araguaia, le envió a nuestro amigo una carta de amistad y COMUNIÓN: “Todo tu material es importante para la historia y para la purificación de la Iglesia”. 34 obispos latinoamericanos piden al Papa que convoque un nuevo concilio. El libro, repito, en edición privada, salió el 26 de junio de 2002.

Que el libro “ El día de la cuenta” tuvo éxito desde el primer instante lo indica, una vez más, el hecho de que el día 2 de agosto, el cardenal brasileño Aloisio Lorscheider se dirija a Jesús López con esta carta: “ Revmo. P. Jesús López Sáez: Recibí el libro “ El día de la cuenta, Juan Pablo II a examen”.

Agradecido por su gentileza, le aseguro mi oración por su vida y por el éxito de sus actividades.

Reciba un abrazo muy fraterno y la bendición de Aloisio, Cardenal Lorscheider, Arzobispo de Aparecida (Brasil)”.

Hay más adhesiones en aquellos difíciles momentos. Así el 13 de agosto de 2002, el obispo Pedro Casaldáliga escribe: “... Todo sea por la causa del Reino y para un testimonio más limpio por parte de la Iglesia”, “Veo que sabes conjugar la valentía con lo cortés”, “ seguiremos unidos en ese servicio y en esa esperanza”.

Es la obra de un hombre con formación y dignidad. No espera nada a cambio, pero su testimonio nos honra a todos los que le conocemos.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto