Se trata de un libro, esperado por
mí, porque sabía desde hace más de una docena de años que un
día vería la luz del sol. El libro lo ha escrito uno de mis
mejores amigos, amigo de verdad desde hace cuarenta años,
cuando él era seminarista que estudiaba en el Colegio San
Carlos y en la Universidad Pontificia de Salamanca, y yo
estudiaba Filosofía y Letras en la Universidad Civil,
también, en Salamanca.
Mi amigo es Jesús López Sáez, un sacerdote nacido en un
pequeño pueblo de Ávila y que se ha formado en universidades
tan poco sospechosas como la Pontificia de Salamanca, la
Gregoriana de Roma y la Complutense de Madrid. De esto no
hay más que hablar.
“El día de la cuenta”, aunque en edición privada apareció en
el año 2002, aparece actualizado y ampliado en el 2005, en
Meral Ediciones.
El libro y de ahí su importancia es un juicio crítico sobre
el papa Wojtila y ya lo indica el subtítulo:” Juan Pablo II
a examen”.
Al final de su largo pontificado y ante el insólito proceso
de beatificación, al papa se le pide cuenta de la causa de
su antecesor Juan Pablo I y de otros asuntos, también
importantes.
Este libro “El día de la cuenta” ya tenía un predecesor,
también escrito por mi amigo, Jesús López Sáez, cuando en
1990 escribió y con gran éxito “ Se pedirá cuenta”. Por eso
en este segundo libro el autor considera que “le corresponde
al papa Juan Pablo II la más alta responsabilidad de curar
esa herida mal cerrada de la muerte y figura de Juan Pablo
I”.
Hay doce años de diferencia entre la parición de uno y otro
libro, doce años de una historia con muchas tensiones y que
marcan la diferencia real existente entre los dos papas.
Karol Wojtyla tomó el mismo nombre papal que había tenido,
durante un mes escaso, Albino Luciani. Esto sugería, en
principio, continuidad, cuando – en el fondo- se da salto
atrás, involución y ruptura. Importantes hechos que han sido
ocultados o distorsionados, y ejemplos de ello podremos dar
en próximas columnas en las que abordaremos, de nuevo, este
tema.
El autor de “ El día de la cuenta” no lo ha tenido fácil,
especialmente por determinadas “autoridades” clericales, y
en el primer semestre del 2002, el obispo de Ávila, Adolfo
González le amenazó con retirarle las licencias
ministeriales “ en cuanto aparezca el libro a la venta”
(pobre obispo, que corto de mente y que largo de soberbia)
ya que según el señor obispo de mi querida Ávila “contribuye
a difamar la persona y el pontificado del Santo Padre”.
Y como el autor del libro no tenía nada que esconder, él
mismo envía el manuscrito al propio Papa. Desde el Vaticano
no se le respondió, pero sí tiene el acuse de recibo de la
Secretaría de Estado. Afortunadamente para Ávila, el obispo
que amenazó a Jesús López Sáez fue trasladado a Almería, y
al mismo tiempo Pedro Casaldáliga, obispo de Sâo Felix do
Araguaia, le envió a nuestro amigo una carta de amistad y
COMUNIÓN: “Todo tu material es importante para la historia y
para la purificación de la Iglesia”. 34 obispos
latinoamericanos piden al Papa que convoque un nuevo
concilio. El libro, repito, en edición privada, salió el 26
de junio de 2002.
Que el libro “ El día de la cuenta” tuvo éxito desde el
primer instante lo indica, una vez más, el hecho de que el
día 2 de agosto, el cardenal brasileño Aloisio Lorscheider
se dirija a Jesús López con esta carta: “ Revmo. P. Jesús
López Sáez: Recibí el libro “ El día de la cuenta, Juan
Pablo II a examen”.
Agradecido por su gentileza, le aseguro mi oración por su
vida y por el éxito de sus actividades.
Reciba un abrazo muy fraterno y la bendición de Aloisio,
Cardenal Lorscheider, Arzobispo de Aparecida (Brasil)”.
Hay más adhesiones en aquellos difíciles momentos. Así el 13
de agosto de 2002, el obispo Pedro Casaldáliga escribe: “...
Todo sea por la causa del Reino y para un testimonio más
limpio por parte de la Iglesia”, “Veo que sabes conjugar la
valentía con lo cortés”, “ seguiremos unidos en ese servicio
y en esa esperanza”.
Es la obra de un hombre con formación y dignidad. No espera
nada a cambio, pero su testimonio nos honra a todos los que
le conocemos.
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