El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de la
ciudad ha experimentado un notable descenso en el número de
ilegales acogidos. En estos momentos, un total de 507
inmigrantes se encuentran en régimen de acogida, cifra que
no supera las 512 plazas reales con las que cuentan las
instalaciones. Según ha indicado el director del centro,
Valeriano Hoyos, hacía cinco meses que no se producía una
reducción de asilados, concretamente desde el mes de marzo
en el que el número de inmigrantes no superaba los 400.
La presión migratoria procedente de Marruecos que venía
soportando la ciudad se ha visto mermada en las últimas
semanas, dado el fuerte refuerzo de la vigilancia a ambos
lados de la frontera del Tarajal. Asimismo, la entrada en
vigor de diversas reformas legislativas, el pasado mes de
mayo, ha endurecido los requisitos de entrada legal en
España, tanto por motivos privados como turísticos.
Por otra parte, se están llevando a cabo salidas semanales
de inmigrantes, fundamentalmente grupos familiares, hacia la
península como paso previo a su expulsión del país por
estancia ilegal. La pasada semana se les condujo hacia
Sevilla, Valencia, Alicante y Málaga, aunque se están
dirigiendo hacia todo el territorio peninsular. Una vez
fuera de la ciudad, distintas ONG’s, entre ellas Cruz Roja y
CEAR, se ocupan de proporcionarles a estas personas las
prestaciones necesarias. Otros muchos acogidos se encuentran
en trámite de asilo, según comentó Hoyos. Además, el
director del centro aseveró que “la situación actual es
mejor a la de otros años”.
Las diferentes tendencias migratorias han condicionado la
presencia de determinadas nacionalidades en el CETI.
Actualmente el centro cuenta con inmigrantes procedentes de
varios países del Africa Subsahariana, aunque en su mayoría
son originarios del continente asiático, principalmente de
la India.
A pesar de la “positiva” situación en la que se encuentra el
centro, todo el personal está preparado por si se superaran
las 512 plazas previstas. Caso en el que no existirían
problemas de hacinamiento en el recinto, al estar capacitado
para soportar un mayor número de ingresos del inicialmente
previsto. La media actual se encuentra en dos entradas
diarias aunque el buen tiempo propicia un mayor flujo
migratorio.
Las prestaciones derivadas a los acogidos han evolucionado
notablemente en los últimos siete años. De las ayudas
básicas, que incluían cobijo, comida y ropa, se ha pasado a
disponer de extensos programas de integración, que se
centran principalmente en la enseñanza del castellano, los
hábitos saludables de vida, el conocimiento de la
informática, deportes y ocio. Se este último incluye
sesiones de biblioteca y de dinamismo cultural. En esta
época, en la que los niños escolarizados del centro se
encuentran de vacaciones, se realizan excursiones y
actividades propiamente infantiles.
El objetivo principal del CETI redunda en el bienestar de
los acogidos, “actualmente no hay tensiones, notan que se
trabaja por y para ellos, y están inmensamente agradecidos”,
concluye el director del centro.
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