Lo que debía haber sido una tranquila jornada de pesca se
convirtió en una odisea que pudo acabar en tragedia. Dos
algecireños a bordo de un pequeño bote quedaron perdidos,
sin rumbo, en mitad del Estrecho cubiertos por una intensa
niebla y con el peligro serio de resultar abordados por
cualquiera de las embarcaciones que cruzan cada media hora
el canal. Sólo iban provisto de un móvil y no disponían ni
de emisora de VHF, ni siquiera un GPS.
Habían decidido salir a pescar un poco más allá de la bahía
de Algeciras, pero cerca de la costa peninsular. Al poco de
estar en la tarea, la niebla inundó el horizonte lo
suficiente como para perder las referencias visuales.
Provistos de un pequeño motor, los intentos por acercarse a
la costa resultaron infructuosos y las sensaciones de
angustias llegaron desde el momento en que se dieron cuenta
de la posición en la que se encontraban en alta mar sin
conocer rumbo fiable.
A media tarde un barco de bandera marroquí los vio, pero no
los recogió, sólo les proporcionó las coordenadas de su
posición. Este hecho, al menos, les dio la posibilidad de
llamar desde su móvil al 112 de emergencias con el punto
exacto de su posición. Pero entre la marea y el motor que no
quisieron apagar, el bote fue desplazándose a través del
Estrecho rumbo a África.
La llamada de alerta, a través del 112, sirvió para activar
el mecanismo de salvamento a través de Tarifa Tráfico que
puso en el aire al Helimer Andalucía desde su base de Jerez.
Salvamento Marítimo ya estaba activo desde las cinco de la
tarde en la búsqueda de esta pequeña embarcación.
Desde el aire, el Helimer Andalucía encontraba dificultades
por la espesa niebla existente. Radar en mano y los medios
electrónicos más avanzados junto a la pericia del piloto en
determinador vuelos más rasantes de la cuenta, lograron
finalmente dar con la embarcación perdida.
Se encontraba a sólo dos millas de Punta Almina, cerca de
Ceuta. Por este motivo, Salvamento Marítimo activó a la
tripulación de ‘El Puntal’, la salvamar con base en la
ciudad autónoma.
Poco después, cerca de las 20’00 horas, la embarcación de
rescate se encontraba junto al bote y rescatando a los dos
tripulantes. Uno de ellos herido por la quemadura que le
produjo el disparo de una bengala señalizadora.
El fin de la odisea acabó con el desembarco en el Muelle de
España de los protagonistas de este episodio que pudo acabar
realmente mal.
Una ambulancia esperaba en el muelle ceutí al herido que
trasladaron hasta las urgencias del hospital civil del
Ingesa donde se le trató de una quemadura ‘menos grave’.
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