El Gobierno pretende coger las riendas de una actividad en
la que trabajan diariamente en España cerca de un millón de
personas y de las que muchas no están regularizadas ni
tienen unas condiciones laborales dignas. Se trata de las
conocidas como empleadas del hogar que verán reconocidos una
serie de derechos laborales gracias a la nueva norma que el
Gobierno perfila junto con los sindicatos para el próximo
año 2008.
“La intención es que estos trabajadores consigan el máximo
de derechos laborales para ejercer con garantías su
trabajo”, explicó el secretario general de UGT Ceuta,
Antonio Gil. Más concretamente, algunos de los aspectos que
el Gobierno pretende mejorar para este colectivo, que en sus
dos terceras partes se mantiene en la economía sumergida,
son el derecho al paro, el contrato por escrito, mayores
indemnizaciones en caso de despido, cotizaciones a la
Seguridad Social más justas y la posibilidad de jubilación
anticipada. El acuerdo de reforma de la Seguridad Social,
que actualmente se tramita en el Congreso ya recoge, tras
pactarse con los agentes sociales, la confluencia del
régimen especial de trabajadores de hogar con el general.
El representante sindical no supo cuantificar el número de
personas que en Ceuta se dedica a las labores del hogar de
forma remunerada aunque si lo calificó de “muy importante”.
Así, según este, conseguir que se les reconozcan estos
derechos supondrá para estas personas un gran avance.
Al cúmulo de consecuencias positivas para el propio empleado
de la regularización normativa de ese empleo se han de unir
las negativas, al menos en el caso de Ceuta. Desde
Comisiones Obreras apuntaron a que ahora a los empleadores
“les saldrá más caro contratar a una persona con su
situación normalizada y proliferarán en muchos casos las
contrataciones de empleadas del hogar de Marruecos”.
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