El pasado 18 de julio se llevó a cabo en Madrid la primera
reunión del Observatorio de la Mujer en la Policía Nacional
y la Guardia Civil. Al acto acudió representación ceutí, al
igual que del resto de comunidades españolas. En este caso,
Ana Moya, nombrada segunda vocal de la ciudad autónoma para
este Observatorio no pudo asistir, fue María Jesús
Rodríguez, primera vocal, la que hizo acto de presencia.
Este primer encuentro, tal y como explica Ana Moya, fue una
toma de contacto entre los vocales y la dirección del
Observatorio que recae directamente en el director General
de la Policía y de la Guardia Civil, Joan Mesquida.
Pregunta: ¿Por qué se ha creído conveniente la creación de
este Observatorio de la Mujer en la Policía y en la Guardia
Civil?
Respuesta: La creación de este Observatorio viene a raíz de
la aprobación de la Ley de Igualdad dentro de las
instituciones y organismos estatales. Se pretende por tanto,
que dentro de los Cuerpos de Seguridad del Estado exista una
verdadera integración de la mujer y para ello se ha creído
conveniente la creación de un órgano estatal dónde poder
defender y reclamar esa igualdad que se viene buscando en
todas las instituciones, de forma eficaz.
P: ¿Cuáles son los principales objetivos que se plantean
conseguir con este Observatorio?
R: Sobre todo, evitar casos de discriminación entre hombres
y mujeres. Se trata de que las funcionarias de ambos cuerpos
puedan desarrollarse de forma total y según sus capacidades,
y no se vean limitadas por el mero hecho de ser mujer.
También se pretende conseguir que haya más ingresos de
mujeres dentro de estos Cuerpos de Seguridad. En la
actualidad el cupo de ingreso está en un 4´5 por ciento en
la Policía Nacional y en un 6% en la Guardia Civil. Con el
Observatorio se pretende aportar nuevas ideas con las que
mejorar la institución y sobre todo, la situación de la
mujer en estos cuerpos de seguridad.
P: ¿Qué papel juega hoy en día la mujer dentro de estos
Cuerpos de Seguridad?
R: Sin duda, un papel muy importante. Llegamos a estos
cuerpos hace 25 años aproximadamente y de cara a la
efectividad de determinadas actuaciones somos un pilar
necesario. Hablo de cuestiones como la detención y cacheo de
mujeres delincuentes, el trato a determinadas víctimas de
delitos, como por ejemplo, en la violencia de género,
agresiones sexuales, robos con fuerza o lesiones. No digo
con esto que la mujer sea mejor que el hombre, porque yo
creo en la igualdad total, sólo que en actuaciones como las
que ha citado anteriormente es mucho más fácil que la
víctima cuente los hechos a una mujer, de hecho, los propios
compañeros varones también lo entienden así.
P: ¿Qué situaciones o condiciones de trato hacia las mujeres
habría que mejorar, dentro de estos cuerpos de seguridad,
con mayor urgencia ?
R: En primer lugar, se tiene que dar más información tanto
al ciudadano como dentro del cuerpo, sobre el papel de la
mujer en la Policía y la Guardia Civil. La gente tiene que
saber que nosotras no somos ‘superwoman’ sino mujeres
corrientes que nos formamos para trabajar dentro de los
cuerpos de seguridad. Cualquier mujer que se prepare puede
acceder sin problema. Hay que eliminar ya esa idea de que
tenemos que utilizar la fuerza continuamente. Hoy en día, en
una detención prima más la decisión con la que se actúe que
la fuerza y de hecho esto es lo que nos enseñan en la
academia. Desde el Observatorio vamos a reclamar un
verdadero paquete de herramientas y de medios para que la
igualdad se lleve a la práctica en todos los ámbitos de los
Cuerpos, que no se quede sólo en papel y en fotografías de
mujeres vestidas de uniforme.
Cada vez más sensibilización
P: A efectos prácticos, ¿os habéis encontrado con
situaciones en las que un delincuente o ciudadano os haya
discriminado por el mero hecho de ser mujer?
R: Se dan casos excepcionales, como en cualquier trabajo,
pero en general, no. Actitudes discriminatorias nos las
hemos encontrado dentro del Cuerpo, aunque también de forma
puntual y quiero resaltarlo. Este tipo de actitudes y de
acoso laboral siempre han sido propiciadas por superiores,
nunca por compañeros y viene como consecuencia de esa
mentalidad machista que existe aún en la sociedad y que cree
que una mujer no es igual de válida que un hombre para
realizar determinados trabajos. Los compañeros cada vez
están más sensibilizados, pero esos superiores, por el mero
hecho del cargo que ostentan, tienen además del complejo de
superioridad esa idea de que eres mujer y que no eres igual
que un hombre.
P: ¿Cuáles son las principales barreras que frenan a las
mujeres a la hora de plantearse el ingreso en la Policía
Nacional o la Guardia Civil?
R: Pienso que es por la falta de información. Todavía se
cree que entrar en la Policía es inaccesible y no es cierto.
También creo que sigue existiendo en la sociedad mentalidad
machista, incluso en las mujeres y llegan a pensar que
ocupar un puesto de Policía es quitarle el trabajo a un
hombre, pero vivimos en igualdad y esa actitud hay que
cambiarla. En el Observatorio queremos hacer hincapié
precisamente en estos puntos. No queremos que nuestros
superiores nos protejan, sabemos cuidarnos solas y queremos
trabajar en las mismas condiciones que los hombres, en
puesto operativos y no sólo en labores administrativas,
porque estamos perfectamente capacitadas.
P: ¿El Observatorio de la Mujer ha sido una medida creada
por conciencia o porque lo exige la Ley de Igualdad?
R: Pienso que ha sido de forma imperativa y a raíz de la
aprobación de esta Ley, de hecho vamos a ser de las últimas
instituciones estatales donde se ponga en práctica. Aún así
creo que hay buena voluntad por pate de todas las partes y
que se conseguirá llevar a cabo.
P: ¿Cuánto tiempo falta para poder ver a una mujer cómo
Comisaria o como Teniente Coronel?
R: Ya hay varias comisarías aunque no comisarías jefes, pero
yo creo que queda poquito, porque éstas irán ascendiendo,
ver ya esa situación como algo normal tardará algo más.
También hay que vencer las propias barreras de la escala
ejecutiva. Queda trabajo por hacer, pero soy optimista de
cara al futuro.
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