A ver, que yo me entere ¿Qué es lo
que les conmueve a ustedes? Y me refiero a temas o
situaciones que les impacten de alguna manera. ¿Qué susurran
con mohín de pope griego libando hidromiel? ¿Qué si me
refiero a las estadísticas y resultados de las amañadas
encuestas sobre las preocupaciones de los españoles? No, si
les parece me estoy refiriendo al blog en Internet de ese
politicastro vasco que denomina a la realeza “gandules e
impresentables”. Ya saben, conmociones que aportan las
libertades de opinión y de expresión, pero no me refiero a
la opinión del vasco, que me trae al pairo, porque, según
que temas, todos tenemos nuestras opiniones casi formadas y
si muchos no largan es por miedo a venganzas y a represalias
en el emporio de libertades y democracia que es España.
¿Ahora por qué me importunan con sonrisa de garduñas? ¿Que
cada día hay más largones y menos “Intocables”? Sí. Ustedes
hablan con boca de sabios, que no con bocas de meretriz y el
pueblo soberano anda muy crecido y muy numantino con
respecto a ese nebuloso concepto denominado “respeto a las
Instituciones”. Será porque, los españoles somos gozosamente
conscientes de que, las Instituciones, están ahí, no por
mandato divino, sino porque las hemos instituido nosotros y
dejan de estarlo cuando a nosotros se nos meta en la ingle
desinstitucionalizar y mandar a la Institución a tomar
viento a golpe de pay pay de papeletas en las urnas. Y, me
crean, el vientecillo que levantan las papeletas con
nuestros votos al acariciar la superficie de metacrilato es
puro zéfiro, que es el más literario, bucólico y pastoril de
los vientos y es la brisa de papel la que determina, en el
fondo y en la forma, lo que deseamos o no deseamos respetar.
Porque, el respeto no se impone a fuerza de multas y de
sanciones, sino que nace del corazón y del sentimiento, a
saber, “Al rey, la hacienda y la vida se han de dar, pero el
honor, es patrimonio del alma y el alma solo es de Dios”.
¿Qué si esta diatriba me mueve o me conmueve? En absoluto.
En un país donde se toleran biblias sacrílegas pornográficas
y los más feroces ataques y blasfemias contra Dios, nuestro
Creador, nadie, ni fuerza humana alguna puede obligarnos, ni
por decreto ni por cojones a respetar absolutamente “nada”.
¿O es que las famosas Instituciones son más que Dios? Y si
alguien quiere blasfemar con una afirmación, desde aquí le
llamo malnacido y comemierda- Y aquí si me como y me
conmuevo. Porque esto es “lo nuestro” y, el resto, son
parpadeos de la historia, legaña inoportuna en un libro de
texto del 2.050, anécdotas del discurrir de un pueblo,
rechinar de arquetipos y vacilaciones de mindundis.
¿Qué si conmueve el terrorismo? Pues que llamen a Rafael
Vera, a Barrionuevo, a Rodríguez Galindo y a Felipe junto
con Guerra y les suelten en plan maquis, sin más límite que
la salvaguarda de España y de los españoles, que manden
venir a Paco Vázquez y una pincelada de Rodríguez Ibarra,
codo a codo con Mayor Oreja. Y dando la caña de España los
udiquyllos de Ceuta y de Melilla y los señores del Greco. Un
puñado de picoletos y un capellán rezando gorigoris antes de
entrar en combate. Y no hay más zarrapastrosos chorizos de
eta. ¿El paro y la economía? Que excarcelen a Juan Antonio
Roca y que enseñe la fórmula del pan y de los peces, que un
cerebro así tiene que estar al servicio de la Patria, que no
chupando reja, porque es un portento de las finanzas , a la
vista está si leemos el farragoso ladrillo, labor de equipo,
presuntamente, de ese juez Torres al que soy abiertamente
hostil, porque manda poner esposas a las niñas, aterra a las
cantantes y sus autos son pasto de programas de casquería
rosa. Eta la soluciona Rodríguez Galindo. Y el paro y los
dineros Roca y la inmigración copiar a Sarkozy, mi lider
moral. Problemas con solución, que mueven y conmueven. Los
blogs no conmueven. Tienen derecho a estar.
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