Decía yo antier que Mohamed Alí
daba muestras de haber perdido bríos y que podría terminar
sesteando en las sesiones plenarias, para no ser menos que
Jaime Wahnon. Que si quieres arroz, Catalina. El
presidente de la coalición UDCE-IU me ha hecho quedar peor
que la “Chata de Cái”.
Si antes hablo, más pronto recibo la contra que me ha
dedicado Mohamed Alí en forma de denuncia contra la Ciudad.
Me está bien empleado por haber dudado de él. Es decir, por
pensar que nuestro hombre estaba ya nada más que entregado
en cuerpo y alma a ganarse la voluntad de los dos partidos
que manejan el cotarro, a ver en cuál de ellos podría
medrar.
Menudo bochorno estoy pasando por haber pensado mal de un
político que ha respondido, con más rapidez que Billy el
Niño, con ánimos de poner al gobierno local en un brete.
Y, sobre todo, al presidente: porque todos conocemos que los
posibles trapicheos aireados por MA pone de los nervios a
Juan Vivas.
Cuando parecía que estábamos a punto de entrar en la
canícula para disfrutar de las Fiestas Patronales y gozar de
las aguas de El Chorrillo, aparece el diputado de la ya
reseñada coalición para decir a voz en grito que en el
Ayuntamiento se están haciendo pagos irregulares desde hace
ya mucho tiempo. La verdad es que uno no está muy ducho en
la cosa... Pero deduzco por lo que he leído en las páginas
de este medio, que si uno es un buen albañil, un suponer, y
alguien con mando en la empresa le propone que ejerza como
aparejador, lo lógico es que le paguen por el trabajo que
desempeña. Más nunca por los dos. Lo explico así, para que
me entiendan quienes puedan saber del caso igual o menos que
yo.
Por lo visto, Mohamed Alí cree que ha encontrado un filón de
castigo contra el gobierno del PP, con lo que se ha dado en
llamar pagos irregulares de complementos específicos. Lo que
traducido a cristiano significa que mucha gente ha cobrado
una pasta gansa que, al parecer, no le correspondía. Y el
quid de la cuestión está en averiguar si el roto es muy
grande y si los funcionarios agraciados con esa distinción,
caso de confirmarse las irregularidades, están obligados a
devolver el dinero.
Todo un lío el que ha armado Alí con su denuncia cuando
parecía que trataba por todos los medios de mostrarse
conciliador y a punto de entrar en la rueda de la Fortuna.
Máxime cuando los rumores, antesala de la noticia, lo veían
ya como candidato al Senado por parte del PSOE mientras que
otros lo acusaban de estar todo el día haciendo manitas con
Pedro Gordillo.
Unos rumores que llegaron a despertar la ira de Mohamed
Musa, coordinador de Izquierda Unida en Ceuta y diputado
en la Asamblea. De quien recuerdo unas declaraciones en las
que llegó incluso a dudar del comportamiento incierto del
líder de la coalición.
Pues bien, cuando más tranquilos estaban los diputados
populares, amén de prestos para darse la gran vida durante
los días dedicados a las Fiestas Patronales, surge MA
clamando contra lo que él aún no se atreve a llamar
malversación de fondos públicos o prevaricación. Por más que
nuestro hombre, como abogado que es, sepa de sobra como
calificar el hecho.
Mucho me temo que la decisión tomada por el diputado Alí, se
haya debido a que últimamente le sido ha imposible pegar la
hebra con el vicepresidente del Gobierno. Por razones que no
vienen al caso. Y, claro, ante esa falta de comunicación con
Gordillo, que tan bien conoce a MA, éste ha visto el cielo
abierto para gritar su descubrimiento de los complementos
especiales, a tumba abierta. Espero no equivocarme otra vez.
Pero el que no debe hacerlo es Alí. Porque se juega mucho. Y
tanto...
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