Bueno, señores, creo que ahora
podemos decir, con toda propiedad, que ya no nos falta nada
para completar el vodevil que nos viene representando, con
mayor o menor fortuna, con completa irresponsabilidad y con
la artera intención de darnos atolillo con el dedo a los
ciudadanos, para mantenernos adormecidos, se entiende que
politicamente con el fin de actúar, según sus veladas y
solapadas intenciones, para llevarnos a todos a las
catacumbas del más rancio socialismo moscovita. Vean y no se
rían, porque el tema sería digno de provocar la carcajada si
no fuera una de las mil anécdotas que le han ocurrido a este
gobierno que padecemos, rico en “gracietas” como diría la
juventud de ahora, a la que tanto le agrada destrozar el
idioma de Cervantes.
El caso es que, en España, estábamos faltos de algo
romántico, de un suceso que nos recordase a la Marlene
Dietrich y sus miradas lánguidas y sensuales o a la
inolvidable Mata Hari, reina de los salones elegantes de la
Alemania de principios del SigloXX y de la Francia bohemía y
desenfadada de la preguerra. Sí señores, aunque les cueste
creerlo ya tenemos a nuestro espía particular; ya podemos
envanecernos de haber merecido el honor de que alguien se
ocupara de nosotros, aunque sólo fuera para echar alguna
miradilla de soslayo a nuestra información clasificada.
Hombre, ¡qué es un servicio secreto que no disponga de
alguna información clasificada, aunque sólo sea de la
fórmula de la sopa de ajo! ¡Cómo podríamos presumir de que,
alguien, nos espiase si falta un elemento tan esencial! Pero
no se alarmen, no corran al refugio ni preparen sus maletas
para huir a algún país exótico, porque nuestro jefe del
servicio de contraespionaje, el CNI, ya ha salido a dar
explicaciones, ante la alarma general que se había apoderado
de todos los ciudadanos. Con gesto serio y solemne el señor
Alberto Saiz ha asegurado que “el primer elemento esencial
es que la seguridad nacional no ha estado en riesgo”.
¡Respiramos! ¡Qué alivio! Habíamos llegado a imaginarnos que
se habría divulgado el próximo fichaje del Real Madrid o,
incluso que alguien hubiera previsto secuestra a Etó; pero
no, afortunadamente, no ha sido el caso. Pero lo que nos ha
acabado de tranquilizar es que tampoco afecta a la seguridad
de la Unión Europea o la OTAN. Fíjense ustedes, ¡con los
importantes secretos que tenemos guardados en España de los
intrincados planes futuros de la OTAN! Sin duda podemos
darnos con un canto en los morros por disponer de una
policía tan eficiente y científica. Lástima que no fueran
capaces de determinar lo que explotó en el 11-M, cuando no
fueron capaces de aclarar si era dinamita o goma 2 o como se
llame; claro que, tampoco podemos pedir peras al olmo. Un
espía es fácil de atrapar, basta consultar la guía de espías
y echarle el guante, pero los explosivos ¡los esplosivos es
harina de otro costal!
Pero, ¡y lo que vamos a presumir ahora delante del resto de
naciones de la CE! Ya me imagino a ZP pavoneándose ante
Sarkozi. “Te has dado cuenta, Sarko, ¡hemos cazado un espía!
No un simple etarra, que estos caen como moscas cuando nos
decidimos a atraparlos, no, este es ¡un espía de verdad, de
los de solera! Fíjate que hasta estuvo fisgando en nuestra
información clasificada (aquí ZP echaría una mirada de
superioridad hacia el francés que estaría abrumado por su
inferioridad) ¡No te digo lo que esto va a influir en las
próximas elecciones! Te digo, majo, que en España vamos a
tener socialistas para rato” y con un golpecito paternal en
el hombro dejaría al patidifuso Sarko para irle a contarle
el rollo a la Merkel. Ahora se trata de que el señor Blanco
le saque partido al hecho; de que, De la Vega, vaya
regurgitando, con su habitual lenguaje sincopado, las frase
viperinas que le atribuyan la culpa de todo este affaire al
PP, acusándole de ser desleal y traidor a la España de los
Reinos de Taifas; o que el señor López Garrido diga que
Rajoy, por llevar barba, es un mal ejemplo para los
ciudadanos por incitarles a ocultar su faz y dificultar la
labor de la policía, como ocurrió con el bandido “el
solitario”, al que seguramente han pillado por no poder
soportar el calor de semejante camuflaje en estos meses
estivales. ¡Vayan ustedes a saber!
En cualquier caso nadie nos va a quitar el mérito de ser
los descubridores del primer espía importante desde que se
terminó la Guerra Fría. Todos los españoles deberemos estar
agradecidos al tal Roberto Flores García ( ya se hubiera
podido buscar un nombre de batalla algo más adecuado, como
por ejemplo: “ el lobo de Castejón” o “el zorro de Ávila” o
algo más morboso, como hizo el “Chacal”, que le diera más
solera y empaque) Es de esperar que, después de esta
detención, el resto de países de la CE nos miren con más
respeto e, incluso, puedan llegar a mejorar el reparto de
euros de los que estamos tan necesitados y de los que, si
nos atenemos a las últimas informaciones, vamos a ser
desposeídos como niño que se ha portado mal y al que sus
padres le arrebatan el chupa-chup.
En fin, debemos reconocer que el Ejecutivo de Zapatero,
después de este éxito, es posible que consiga que los
ciudadanos nos olvidemos de la multitud de ocasiones en las
que nos ha tomado el pelo, nos ha mentido y nos ha metido en
líos, como los del País Vasco y Catalunya. Claro que, si
revisamos una a una sus meteduras de pata, no sé si será
suficiente un solo espía para que se las perdonemos. Yo le
encargaría a Rubalcaba que atrapara una docena más a ver si
lograba equilibrar la balanza. Digo yo.
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