¡Piramidal, piramidón! ¿A dónde
están las pirámide. Las pirámides dónde están?. En el fondo
del mar, matarile, rile, relo. En el fondo del mar matarile,
lire, lon.
Jefe, perdone que me meta, pero me da la sensación, nada
extraña, de que se está usted equivocando. Las que están en
el fondo del mar son las llaves, no las pirámides. Las
pirámides, mi admirado y nunca bien ponderado jefe para que,
usted, no vuelva jamás a meter la patita hasta el corvejón,
están en Egipto.
Vamos por parte, enano. Primero tú de dónde has salido y
segundo como siempre te metes donde nadie te llama. Una vez
que me aclares la primera pregunta, con todo gusto te daré
mis explicaciones, sobre el motivo que me ha llevado a
cambiar a canción. Porque todo, en esta vida, tiene sus
explicación menos, por supuesto cómo han llegado ha
conseguir la gorra y le pito con mando semejantes
pesonajillos, polítiquillos del tres al cuarto. Eso, enano,
es lo único para lo que no encuentro explicación.
Jefe, no se salga del tema. Le voy a explicar, con claridad
meridiana, las razones por la que estoy por estos lares.
Usted sabe mejor que nadie que, siempre, vengo por las
fiestas patronales a pasar unos días con la familia y, ni
que decir tiene, con su agradable compañía. Y le he querido
corregir lo de las pirámides porque no es esa la canción.
¿Vale, jefe?
Bueno, pues después de darte la bienvenida y desearte que
disfrutes de la feria, pagando lo que bebas y comas que te
parece, cada día, más, a ese que no se mete la mano en el
bolsillo ni para sacarse el pañuelo. Te voy a dar las
explicaciones pertienentes al asunto del cambio de la
canción.
Sé, perfectamente, que las pirámides están en Egipto. Pero
no son a esas pirámides a las que me refiero, sino a
aquellas que se querían realizar con el fútbol ceutí. Un
buen proyecto pero que, como tantos otros, ha pasado a
engrosar el: ”si te vi no me acuerdo”. Que es una forma fina
de decir: se ha ido a tomar…”. Algo que no entiendo porque
el que manda, manda y los demás a obedecer. Así, querido
mío, que la pirámide tan cacareada y tan aireada ha tenido
menos consistencia que un bastón de chicle. Con lo cual el
fútbol base y los posibles chavales que tendrían una
oportunidad se han ido a esperar mejores tiempos.
Se renuncia a tener un equipo representativo en tercera
división, donde podrían jugara, todos aquellos futbolistas
que no necesitase la primera plantillare reforzando a los
canteranos, esperando que algunos de ellos pudiese jugar en
el primer equipo manteniendo, de esa forma, la ilusión en
los chavales de la cantera. Pero no, se renuncia a todo y se
acaba con muchas ilusiones y, sobre todo, se acaba con la
cantera. ¿Quién da más por menos? ¡Hagan juego señores!.
Por todas esas cosas, enano, es por lo que he cambiado la
canción, sustituyendo lo de las llaves por las pirámides, Y
es que, enano, todo se ha ido al fondo del mar. Ni pirámides
ni leches. Sólo un equipo en el que volcar todo el dinero
del mundo y a la cantera que le vayan dando. Claro que,
después, queremos que salgan jugadores de nuestra tierra. La
pregunta que se debería hacer es: A ver qué nos expliquen
cómo y de dónde.
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