Toñy Castillo, ceutí residente en Lleida, es una profesora
especialista en pedagogía terapéutica que dedica gran parte
de su tiempo a escribir. Sus textos son de lo más variado,
desde colaboraciones con periódicos hasta manuales
didácticos , pasando por cuentos y relatos cortos. Pero si
hay algo que le llene personalmente es el trabajo que
realiza como creadora de material didáctico para niños
hospitalizados, con los que trabaja diariamente en el Aula
Hospitalaria Dr. Antoni Cambodí del Hospital Universitario
Arnau de Vilanova de LLeida.
“Necesito estar con los niños”, dice, “ellos son quienes me
dan fuerza y quienes me enseñan algo nuevo cada día”. Para
ellos ha confeccionado ya varios manuales didácticos, en
concreto varios relacionados con la diabetes. Castillo,
licenciada también en humanidades, explica que trabajando
como educadora se dio cuenta de que los materiales
didácticos para niños enfermos no eran precisamente los más
adecuados porque en ellos el niño no era el centro, sino que
lo era la enfermedad. “Cualquier persona que esté enferma
necesita un apoyo externo cuando pierde su vitalidad y
optimismo, y con los niños es igual”, explica. Ella defiende
que los niños necesitan saber qué es lo que les pasa, al
igual que los adultos, pero hay que explicárselo con una
sensibilidad aún mayor. Por eso es tan importante que el
niño sea el centro de la explicación, no la enfermedad. “No
quiero una sociedad en la que hablemos de un diabético o un
parapléjico, sino de una persona que padece diabetes, o
paraplejia; la persona es el centro, no la enfermedad”,
puntualiza.
A través de su vivencia personal conoció en primera persona
a muchos niños con diabetes, y por eso se decidió a comenzar
por ellos, aunque piensa continuar creando materiales
didácticos para otros tipos de enfermos, siempre manteniendo
el punto de vista de la persona por delante de la
enfermedad.
‘La Maleta mágica’
Hace algo menos de un año Toñy recibió la visita del padre
de una niña enferma de leucemia: Lorena, de seis años. El
padre confesó lo triste que se encontraba su hija, y no
sabía qué hacer. Ese mismo día, Toñy se puso manos a la obra
y escribió un cuento al que tituló “La maleta mágica”, una
historia muy sencilla en la que hablaba de una niña que
enfermaba y tenía que ir al médico, como Lorena. Sencillo,
pero efectivo, su relato consiguió despertar una sonrisa en
la cara de Lorena, y más adelante en la de otros niños. Así
es cómo Toñy se propuso publicar el cuento, y lo hizo con
las ilustraciones de su amigo Antonio Sierra Uceda, que
pintó 18 cuadros para poner color a la historia.
El presidente de la Diputación de Lleida, dice en la
introducción al cuento que éste “quiere ser una herramienta
de soporte, de superación y de difusión de una enfermedad,
el cáncer, que comparten muchas personas, y indirectamente,
sus familias”. Y Toñy Castillo sabe que con su cuento ha
ayudado a muchos pequeños a sentirse mejor en su enfermedad.
Para ella es importante que el libro trate de una historia
real y esté basada en experiencias reales, “No me gusta la
demagogia”, explica, “necesito escribir sobre cosas que
experimento, y me tomo muy en serio lo que hago”. Por ello
para la publicación de su cuento se puso en contacto con
profesionales médicos, desde médicos de cabecera hasta
especialistas y psicólogos, como hace cada vez que prepara
unidades didácticas para niños enfermos. También se se
aseguró de contar con la opinión de madres y padres de niños
y enfermos, porque quería estar segura de que su cuento
realmente iba a ayudar a los pequeños.
Desde ‘Cuentos de la Luna’, el nombre de la serie de cuentos
que comienza con ‘La maleta mágica’ , Toñy Castillo piensa
continuar escribiendo historias para ayudar a personas
enfermas, no sólo niños, sino también adultos.
Su próximo cuento es un relato dedicado a madres cuyos hijos
nacen enfermos, y que tienen pocas posibilidades de
sobrevivir, “se llamará ‘Todos somos ángeles’ y es una
historia muy dura, aunque con mucha luz”, explica la autora.
“No me gusta centrarme en el morbo, sino buscar el lado
positivo de la historia”, añade.
Mientras disfruta de su visita a Ceuta, su ciudad natal,
pasea por los parajes que la vieron crecer, y que han dado
lugar a otro libro donde reúne artículos publicados, relatos
cortos y vivencias. Reconoce que le gustaría presentar ‘La
Maleta Mágica’ en su ciudad, y apunta que está disponible
para cualquier persona que tenga interés en el mismo, que
sólo tiene que ponerse en contacto con ella para recibir un
ejemplar.
Toñy tiene claro que sentir que puede ayudar a otra persona
le produce “una satisfacción enorme” y por ello seguirá
haciéndolo de una manera u otra siempre que pueda.
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