Las últimas excavaciones en el área del Baluarte de los
Mallorquines han dejado al descubierto restos romanos del
siglo II D.C. Una serie de estructuras de la época, como un
gran muro defensivo de piedra, y piezas de uso cotidiano,
entre las que destacan objetos de estuco, cerámicas y
vajillas han sido rescatadas entre el ‘maremagnum’ de
tierra. La investigación se ha desarrollado durante las
últimas dos semanas y completa un trabajo de dos años
durante los que han aparecido restos califales,
altomedievales y portugueses, desde el siglo I al XVI, esto
es, más de 1.500 años de construcciones. La última fase de
la prospección arqueológica que inició en 2006 la empresa
‘Arqueotectura’ dará pie al inicio del proceso de
restauración de la zona.
El proyecto del Baluarte de los Mallorquines es muy
ambicioso. Tras levantar la Oficina de Turismo, se dejó en
puntos suspensivos la inclusión de un acceso a la zona
inferior del inmueble y una sala de interpretaciones en la
superior, dentro de lo que sería un espacio museístico.
Estas actuaciones se desarrollarán en próximos meses con el
fin de exhibir los hallazgos patrimoniales del área donde se
realizó la prospección. Los restos romanos, junto a los
califales, altomedievales y portugueses “más interesantes”
se integrarán en un pequeño museo, según anunció ayer el
responsable de ‘Arqueotectura’, José Suárez.
El proyecto, gestionado por la sociedad municipal Procesa,
contará con un presupuesto aproximado de 250.000 euros para
su consecución. Para su puesta en marcha, aún no se ha
iniciado el expediente, pero si existe la orden para que, en
próximos meses, la Comisión de Patrimonio dé el visto bueno
para su ejecución.
El proyecto busca hacer visitable este enclave de cara a
próximos años. De esta forma, los turistas podrían comprobar
los elementos de época romana, de las mismas fechas que la
factoría de salazón y diferenciar, entre otras, las etapas
medievales.
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