El Juzgado de lo Penal Número Uno de Ceuta sentó ayer en el
banquillo de los acusados a A.S y A.A, por un delito contra
la salud pública. Los hechos ocurrieron el pasado 16 de
junio, cuando la Guardia Civil de Ceuta detectó en el
control de vehículos de la zona de preembarque de la
Estación Marítima, una furgoneta, modelo Volkswagen
Transporter, que parecía contener droga. El can detector dio
la señal de alarma y fue entonces cuando los agentes
intervinieron en el vehículo. Se encontró finalmente un
total de 16 kilos de hachís. La sustancia estaba oculta en
el depósito del combustible, “envuelta dentro de una especia
de manguera”, según declaró el propio agente de la Guardia
Civil que intervino en dicha actuación.
Al parecer, el conductor del vehículo, A.S, explicó a la
Guardia Civil que acababa de comprar la furgoneta, que no
sabía nada de la droga y que se la había comprado a A.A,
aportando incluso la descripción física de éste.
El otro acusado había embarcado ya en un ferry con destino a
Algeciras por lo que se pidió a la Guardia Civil de
Algeciras que realizara la detención del presunto cómplice
de esta trama de narcotráfico. A.A fue interceptado en uno
de los salones del ferry en el que viajaba.
Ante el Juez de Instrucción A.A declaró que él tenía un
negocio de compra-venta de vehículos en Ceuta y que
efectivamente había vendido esa furgoneta a A.S esa misma
tarde, pero que no sabía nada de la droga.
“Mi trabajo es vender el coche, limpiarlo y echarle 20 euros
de gasolina. Yo no sé nada más de ese vehículo”, explicó
ante la jueza A.A.
La defensa de A.A
La Guardia Civil por su parte explicó que si el acusado
hubiera rellenado el depósito realmente con 20 euros de
gasolina, “hubiera rebosado”, dada la cantidad de droga
oculta.
El letrado de A.A descalificó rotundamente esta afirmación y
con un razonamiento matemático argumentó que la furgoneta
Volkswagen Transporter cuenta con un depósito de
aproximadamente 40 litros de capacidad. “Si se le introducen
16 kilos de droga y se le echa 20 euros de gasolina al
depósito, con lo que se conseguiría repostar 26 litros,
todavía quedarían 16 litros para rellenar”, comentó.
A.A aseguró además que dejó el vehículo al otro imputado
unas 3 horas, el mismo día de los hechos para que comprobara
el estado del coche y cerrar finalmente la operación de
venta.
El letrado de A.S solicitó a la jueza que diera credibilidad
a la opción que le pareciese correcta pero que no existían
contradicciones en la declaración de su defendido.
Pese a todo el Ministerio Fiscal solicita una pena de 3 años
y 4 meses de prisión para cada acusado. Cada letrado de la
defensa, por su parte, solicitó para su representado la
libre absolución. El juicio quedó visto para sentencia.
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