Encontrar la talla deseada cuando se sale de compras puede
convertirse en un verdadero quebradero de cabeza para muchas
personas. La industria textil, fuertemente dominada por las
modas ha ido evolucionando en los últimos años hacia un
modelo ideal extremadamente delgado, que raya en la
enfermedad.
Sin embargo, las cosas empezaron a cambiar ya en 2006,
cuando la pasarela Cibeles rechazó a un gran número de
modelos que no se ajustaban a los cánones que habían marcado
expertos nutricionistas para ofrecer una imagen saludable.
ADANER, la asociación que defiende los intereses de los
pacientes afectados por problemas de anorexia y bulimia, fue
una de las que interpusieron entonces una queja, ante el
aspecto esquelético y enfermizo que presentaban muchas
modelos. Y, sin quedarse ahí, habían demandado también la
unificación de las tallas en el sector.
Esta misma semana el Ministro de Sanidad y Consumo, Bernat
Soria, ha anunciado el acuerdo de colaboración entre
creadores, asociaciones y empresas del sector textil para
homogeneizar las tallas de las prendas de vestir y promover
una imagen saludable.
El próximo 3 de Septiembre dará comienzo en toda España un
estudio por el cual se tomarán medidas a miles de mujeres
entre 12 y 70 años de todas las Comunidades Autónomas, para
determinar un tallaje uniforme y que se corresponda más con
la realidad. Además, se potenciará el uso de maniquíes de al
menos la talla 38.
Fernando, responsable de Strardivarius (del grupo Inditex)en
la zona de Cádiz y Ceuta explicaba que sus tiendas ya han
recibido nuevos maniquíes, y la tienda situada en el
Revellín, contará con ocho nuevas figuras de la talla 38.
Otras tiendas como Pull & Bear ya disponen de maniquíes de
esta talla desde hace tiempo, aunque se muestran contentos
con los cambios que se avecinan. “Muchas veces hay una
diferencia bastante grande de talla entre un modelo de un
pantalón u otro, y los clientes se quejan por ello. A mí
misma me pasa y es algo molesto, la verdad”, comenta Noelia,
de 21 años y que lleva tres trabajando en tiendas de moda.
Esther, con seis años de experiencia en el sector, nos
explica que la tienda donde trabaja, en el centro de Ceuta
cuenta ahora mismo con maniquíes que varían entre la 36 y la
38, aunque las tallas que tienen a la venta empiezan en la
34. “Antes las tallas no eran tan pequeñas”, dice. “Cada vez
son más pequeñas y hay prendas que necesitan un tallaje
mayor”.
Además afirma que los propios trabajadores de su empresa,
una cadena nacional de prendas deportivas, han solicitado
disponibilidad de tallas más grandes. “Hay que tener en
cuenta que no toda la gente que quiere hacer deporte está
delgada, muchas veces son gente que quiere algo cómodo para
ir a andar, por ejemplo”. Ella cree que los maniquíes de
tallas incluso mayores a la 38 serían beneficiosos, “ la
gente que está más rellenita también quiere ver cómo queda
una prenda en alguien que no sea delgado, muchas veces les
gusta algo expuesto pero luego cuando se lo prueban se
llevan una decepción, si pueden verlo en un maniquí sería
mejor para ellos”, añade.
En general, todos están de acuerdo en que disponer no sólo
de tallas homogéneas, sino también de tallas más grandes
beneficiaría al consumidor y a la empresa, puesto que las
tallas que se venden antes “son siempre las más grandes”.
Aunque para gustos los colores, porque también hay personas
a las que no parece importarles la talla a la hora de
comprar: es el caso de Tania, que trabaja en Zara. Ella
opina que quienes se quejan más por las tallas son las
personas mayores, pero reconoce que a la hora de comprar no
le importa comprarse un pantalón de la 36 y otro de la 38,
“yo cojo siempre dos tallas y me llevo el que me vale, no me
preocupo por cual de las dos es ni pienso que esté más o
menos gorda por ello, de otro modo, estaríamos apañados...”.
|