La periodista Diane Cambon escribe nada más empezar su
crónica sobre Ceuta y la amenza yihadista que la ciudad “no
es completamente España ni tampoco Marruecos. Como Melilla,
el otro enclave español sobre las costas marroquíes, Ceuta
esta a caballo entre la cultura islámica y cristiana.
Territorio liliputiense de 17 kilómetros cuadrados, la
ciudad española es reivindicada por Rabat desde hace mucho
tiempo”, inicia su crónica.
Los que se llaman ‘expertos’ en materia de España,
periodistas internacionales todos ellos, llegan hasta Ceuta
atraídos por la inmigración y la presencia de musulmanes en
una sociedad que convive en 19 kilómetros cuadrados. Fue
recurrente el argumento de la inmigración, cuando los
asaltos a la valla, para múltiples reportajes sobre Ceuta.
Los ‘expertos’ descubrieron la ciudad desde un punto de
vista periodístico donde el rigor a veces se deja de lado
bajo la indeseable máxima de que ‘la realidad no te haga
cambiar un buen titular’. Y eso ocurre, desgraciadamente, en
demasiadas ocasiones. Es un dato histórico en los anales
periodísticos que la guerra de Cuba, a finales del siglo XIX
la auspiciaron y fomentaron periódicos americanos. Hubo una
célebre frase de un editor norteamericano cuando oyó de su
corresponsal en Cuba que se volvía a casa porque en la isla
no ocurría nada. El editor le contestó: “tú quédate ahí que
la guerra la pongo yo”.
Durante esta pasada semana, periodistas de Interviú se
entrevistaban con todo un experto en asuntos ceutíes como lo
es Juan Carlos Llodra y con el representante de UDCE-IU,
Mohamed Alí.
Mismo sistema
Por su parte, la periodista de Le Figaro hizo lo propio con
otro representante de UDCE-IU, Mohamed Mustafa quien se
defendía contra los que tratan de asimilarles a
corrientes islamistas: "somos los únicos que nos preocupamos
de desigualdades sociales en Ceuta y resulta que el
colectivo más tocado es el de españoles de confesión
musulmana”. Sin embargo, la periodista francesa publica la
declaración de un vecino anónimo en relación a la barriada
del Príncipe: "Mire, como vivimos. ¡Los camiones de basura
no vienen y no hay iluminación pública, pero si tenemos que
pagar los impuestos locales! Si la mecha islamista se
enciende, no habrá que asombrarse".
El narcotráfico
Durante mucho tiempo -explica la periodista francesa
excperta en asuntos de España y enviada especial a Ceuta-,
el dinero de la droga permitió poner en pie las casas más
bellas. " Hace menso de una decada, usted podía ganar 1 800
euros en una noche atravesando el estrecho de Gibraltar con
un cargamento de hachís ", comenta un habitante del barrio.
" Hoy, es demasiado peligroso y los marroquíes lo hacen por
apenas 400 euros ", dice. El fortalecimiento de los
controles, con la colocación de detectores electrónicos
para localizar las "pateras" (barcas) cargadas de
inmigrados, hace en lo sucesivo más difícil la travesía del
estrecho.
A raiz de esa situación, la pobreza ganó terreno. Ceuta
tiene la tasa de desempleo más elevada de España, es decir
el 35 % de la población, cuya gran mayoría es de confesión
musulmana. El fracaso escolar (solamente 4 estudiantes
musulmanes sobre 1 000 terminan sus estudios) y la
marginalidad sólo empeoran. Estos ingredientes -concluye en
su información Diane Cambon- predisponen este barrio a
convertirse en un un polvorín, según miembros de la
asociación de vecinos del barrio.
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