Los últimos datos facilitados por el Instituto Nacional de
la Mujer en su informe “Igualdad de oportunidades entre
hombres y mujeres” revela que pese a que la tasa de
ocupación laboral de este sector se ha incrementado en un
14´1 por ciento en los últimos diez años, el trabajo que
desempeñan las mujeres españolas sigue siendo de tipo
temporal o a media jornada, que requiere escasa formación
académica y que por tanto goza de una menor remuneración
económica, cuando no, se trata de trabajo sumergido.
Estos datos siguen alertando de la importante brecha
salarial que se abre entre los hombres y las mujeres dentro
del mercado laboral.
En Ceuta, su especial situación de mercado hace que la
diferencia salarial entre los hombres y las mujeres llegue
al 21´56 por ciento y que se deba fundamentalmente a la
ocupación en el sector servicios.
En la ciudad autónoma la mayoría de la ocupación femenina se
registra en puestos de la Administración Pública, la
docencia y el ámbito sanitario, con lo que la diferencia
salarial entre hombres y mujeres no llega al alarmante 38´21
por ciento de comunidades como Castilla y León.
Está claro que una de las necesidades fundamentales para que
la mujer adquiera cada vez puesto de trabajo mejor
remunerados y la diferencia salarial por sexos se reduzca
está en la adquisición de una formación superior.
“En las mujeres la tasa de desempleo sigue siendo superior
al de los hombres y no sólo ocurre en Ceuta sino que la
situación es de tipo nacional. Por suerte, esto está
cambiando y cada vez los índices de mujeres universitarias
son mayores al de los hombres”, explicó el consejero de
Economía y Empleo, Guillermo Martínez Arcas.
Ayudas institucionales
Mientras las mujeres logran salir del estancamiento laboral
y social en el que han estado sumidas a lo largo de la
historia, las instituciones se afanan por incentivar
políticas de empleo y formación para mujeres.
En Ceuta, Procesa, lleva realizando esta labor desde hace
años y sigue ofreciendo a las mujeres programas de ayudas
para la creación de empresas, subvenciones para la
contratación de mujeres desempleadas y programas para la
conciliación de la vida laboral y familiar.
Estas medidas son una forma de paliar ese índice de paro
femenino que registra la ciudad autónoma del 34´34 por
ciento, frente a la tasa de trabajadoras que se sitúa en
poco más del 42 por ciento.
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