16. LUNES
Le preguntan a Diego Quintero, entrenador de la Asociación
Deportiva Ceuta, si tiene previsto concentrar al equipo al
otro lado del Estrecho. Y su respuesta deja entrever que, al
igual que otras temporadas, pudiera ser posible que sea así.
Una decisión absurda que debería ser suprimida a partir de
ahora. Y las razones son claras: Ceuta goza de unas
temperaturas que permiten hablar de un clima agradable. El
calor no es tan sofocante como el que suele hacer en muchos
rincones peninsulares. Pero hay más: en esta ciudad existen
ya instalaciones donde es posible completar exigentes
sesiones físicas, técnicas y tácticas. Hay campos de fútbol;
polideportivos, piscinas... Y como recursos naturales están
los montes y las playas. Sí, ya sé que algunos podrán
decirme que es necesario jugar encuentros amistosos. De
acuerdo. Como de acuerdo estarán conmigo en que tales
encuentros han de estar previstos para jugar y regresar al
día siguiente. Salvo que se participe en un torneo de varios
días. En cuanto a esa otra necesidad de la que se habla en
relación al valor de la concentración para que el grupo se
vaya conociendo, me parece que es fácil cambiarla por una
cena cada semana, a la luz de la luna veraniega. Todo antes
que tirar la casa por la ventana. Es decir, gastar mucho
dinero por gastarlo. Ojalá que estas palabras no caigan en
saco roto.
17. MARTES
Finalizada la Copa América, debo decir que he visto partes
de algunos partidos en diferidos: sobre todo los de Brasil,
y asimismo la final en directo entre brasileños y
argentinos. Una final donde los argentinos, tan dados a
convertir en gestas los sucesos más triviales, para
magnificar la más pura inanidad, fueron arrollados por una
selección que, olvidada del fútbol espectáculo, consiguió
ganar el Campeonato. No habría hablado de esta final, y
mucho menos tan a toro pasado, si no hubiera leído, hoy, las
declaraciones de Robinho. Dice así el joven jugador
madridista: “Lleganos a Venezuela con el objetivo de ser
campeones. Con mucha humildad y simplicidad. Me imagino que
se refiere a la simplicidad del juego. Y ese fútbol nos
sirvió para vencer. En esta ocasión, nos olvidamos del
espectáculo. Hicimos lo que quería Dunga”. De esa manera
ganó, si mal no recuerdo, el Madrid su reciente título de
Liga. Con las armas de Fabio Capello. Y, sin embargo, los
periodistas exquisitos se rasgaron las vestiduras y pidieron
la vuelta del juego glamuroso.
18. MIÉRCOLES
La Gestora del Partido Socialista de Ceuta, al frente de la
cual está Enrique Moya, regresa de Madrid tras haber se
entrevistado con Carmen Hermosín. Otra socialista que tiene
bien ganada fama de ser mujer de armas tomar. La sevillana,
que ha ocupado cargos importantes en su partido, es ahora
secretaria de Política Autonómica y Relaciones
Institucionales de la Ejecutiva Federal. Y ha sido la
encargada de cantarle las cuarenta a Juan José León Molina
por el mero hecho de pensar que sería conveniente que los
socialistas de Ceuta celebrasen un Congreso antes de las
elecciones generales. Es decir, que se ha puesto de parte de
las tesis defendidas por ese hombre oscuro que es Moya. A
quien convendría recordarle lo funesta que fue su actuación
como máximo responsable de la campaña electoral que arruinó
la vida política de María Antonia Palomo y la tiene sumida
en una desesperanza desagradable. Parece mentira que el
manda de la Gestora siga sin querer darse cuenta de que sus
intrigas con los medios, durante aquellos días, fue como un
bumerán que acabó golpeando en la frente de la que era su
secretaria general y candidata a la presidencia de la
Ciudad. Sé que Enrique Moya pudo caer en las redes de un
individuo cuya mejor cualidad es la de vender pescado
podrido. Pero ello, por muy lerdo que fuere este socialista,
no le exime de culpas. Lo que no entiendo, de ningún modo,
es qué hacía Juan José León Molina viendo el disparate que
se estaba cometiendo con la propaganda de la candidata.
Bueno, lo de siempre: hacer la vista gorda y a vivir que son
dos días.
19. JUEVES
El miércoles estuvo en la ciudad Jesús Caldera, ministro de
Trabajo y Asuntos Sociales, para hacer entrega de la Medalla
de Oro al Trabajo a una matrona que supo ganarse el afecto
de muchos ceutíes: Antonia Alguacil Gómez, “Nona”. El viaje
del ministro, acuciado por las prisas, dio para presidir el
acontecimiento y poco más. Ese poco más se lo dedicó a Juan
Vivas. Quien, por lo que he leído, salió satisfecho de lo
hablado con el ministro. Lo que hace falta es que esos
dineros, los tres millones de euros que están pendientes de
pago por parte del gobierno de la Nación, vengan pronto.
Pues son los que la Ciudad ha de percibir para poder
financiar la atención a Menores Extranjeros No Acompañados
(MENA) Y asimismo para poder cumplir con otras políticas de
Asistencia Social. La anécdota, según me cuentan, surgió
cuando se habló de la necesidad que tiene Ceuta de ver hecha
realidad la ampliación al 50% de la bonificación a las
cuotas de la Seguridad Social. Fue recordarla Juan Vivas y
responderle el ministro con un mensaje inicial tan
aclaratorio como contundente: “Ha sido este ministro quien
las puso en marcha...”. El silencio de Juan Vivas, ante las
palabras de Caldera, fue buena prueba de lo buen político
que es nuestro presidente. Mejor no decir ni pío si lo que
dice el adversario es irrebatible. Que ya habrá tiempo de
sobra para volver a las andadas: es decir, la de airear a
los cuatro vientos los comportamientos generosos que los
gobiernos de Aznar han tenido con Ceuta. De momento,
¡chitón!: no vaya a ser que se nos cabree el ministro y nos
ponga el último de la fila a la hora de pasar por caja.
20. VIERNES
Por más que leo los periódicos locales, no hallo nada
destacado para sacarle punta. Al final, y tras las dudas
correspondientes, decido referirme al pleno ordinario que se
ha celebrado el día anterior. Algunos periodistas lo han
calificado de soporífero. Y creo que se equivocan; pues en
las sesiones plenarias siempre se producen situaciones que
bien contadas dan muchísimo juego y terminan interesando a
los lectores. Los plenos están hechos a la medida de los
profesionales observadores capaces de ver los detalles que
casi nunca se cuentan porque nadie les presta la menor
atención. Los gestos, las miradas, la forma de vestir de los
diputados, y hasta la cantidad de faltas de ortografías que
puedan cometer hablando. Hace ya mucho tiempo que yo dejé de
ir a los plenos. Pero aún me acuerdo de una sección llamada
City Hall. Y en ella trataba de retratar el comportamiento
de los participantes durante el debate. La información
acerca de lo que acontece en los plenos es fundamental. Pero
también los periodistas deberían jugar otras bazas. Las de
escribir de ese otro pleno que ellos han visto a través de
unos ojos dispuestos a crear. Un trabajo que ofrece la
posibilidad de destacar y, desde luego, de ganar lectores
para la causa.
21. SÁBADO
Veintiuno de julio. Es una fecha que me obliga cada año a
mirar hacia atrás hasta llevarme al año d 1972. Año que, por
ser bisiesto, dio pruebas suficientes de ser maléfico. Se
comportó como era de esperar: tan sórdido cual retorcido. A
mí me tocó vivir una de las tragedias ocurridas entonces: el
mayor accidente ferroviario de todos los registrados en la
historia española del ferrocarril. En el punto kilométrico
86,200 de la línea Sevilla-Cádiz, a dos kilómetros de El
Cuervo y a catorce de Lebrija, chocaron de frente el
ferrobús Cádiz-Sevilla y el expreso Madrid-Cádiz. El balance
fue de ochenta y cuatro muertos y ciento catorce heridos.
Eran los tiempos en los cuales RENFE llenaba de carteles las
carreteras españolas, con la imagen de un niño que suplica a
su padre: “Papá, ven en tren”. Ironías de la vida. Porque el
accidente fue achacado a un error humano atribuido, como
casi siempre, a quienes por haber muerto no podían decir ni
pío. Pero al margen de ello, lo que trato desde aquí, aunque
no me lean quienes compartieron conmigo horas dramáticas en
el convento que sirvió como tanatorio, situado en una
costanilla lebrijana, es recordar el valor y la entereza que
tuvieron todas esas personas en aquel funesto día de: 21 de
julio de 1972.
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