Veterano militante del movimiento vecinal desde la
barriada de Vicedo Martínez, donde es toda una institución,
Laarbi Maateis se embarcó hace dos años en el anhelado
proyecto de conseguir unificar bajo una sola voz a todas las
comunidades islámicas de Ceuta, una treintena larga que,
dice, aún se queda corta si se tiene en cuenta que en la
ciudad autónoma viven más de 30.000 fieles musulmanes. Hoy
vivirá a las 20.00 horas en el Hotel Tryp la consecuención
de ese sueño bajo el nombre de Unión de Comunidades
Islámicas de Ceuta (UCIDCE), un proyecto que, espera,
mejorará la calidad de vida de sus correligionarios y el
resto de los ceutíes.
Pregunta: El proceso de gestación de la UCIDCE, que hoy
se presenta oficialmente, ha sido arduo y prolongado. ¿Cómo
lo recuerda a punto de llegar a un final feliz?
Respuesta: Llevamos trabajando en este proyecto varios años.
En 2005 hubo un intento impulsado por otros compañeros en el
que también participamos para crear una Comisión Islámica de
Ceuta que no pudo prosperar. El pasado 2 de noviembre
firmamos el acta de constitución de la UCIDCE con 13
comunidades legalmente inscritas en la Dirección General de
Asuntos Religiosos y en enero elevamos toda la documentación
para su inscripción como federación. En marzo se nos citó
para alegar sobre dos cláusulas y en abril recibimos la
inscripción de la UCIDCE en la Sección General del Registro.
En breve pasaremos a la Sección Especial.
P: ¿Eso qué significa?
R: Todas las entidades religiosas se inscriben en la Sección
General del Registro de entidades religiosas como primera
anotación. Cuando empiezan sus actividades con el Ministerio
de Justicia se trasladan a la Sección Especial.
P: ¿Qué diferencia hay entre ese proyecto de Comisión
Islámica y este?
R: La de la Comisión Islámica era una iniciativa promovida
por otros compañeros. Desconozco exactamente qué problemas
hubo durante su desarrollo y por respeto a ellos prefiero no
especular. A nuestro juicio la fórmula de la UCIDCE es mejor
que esa porque está ligada a la Unión de Comunidades
Islámicas de España (UCIDE), lo que le otorga un soporte
nacional y no contribuye a dividir aún más a los musulmanes
españoles.
P: ¿Qué es exactamente la UCIDCE?
R: Es una federación de carácter regional con sus Estatutos,
su régimen interno y su Consejo Consultivo, que se compone
en función de los miembros de cada comunidad con derecho
tanto a voz como a voto.
P: Y también será una voz única para los musulmanes
ceutíes, ¿o no?
R: Ese vacío ha existido, en cuanto a representación legal,
desde siempre. Yo quiero agradecer el esfuerzo de todas las
comunidades ceutíes, que hasta ahora defendían sus derechos
individualmente y que ahora intentaremos defender en común.
Esto no debe verse como un frente hacia nadie, sino como una
mejora de la estructuración y el funcionamiento de las
entidades islámicas ceutíes.
P: La UCIDCE la integran 27 comunidades. ¿Satisfechos?
R: Muy satisfechos. Ningún ente había tenido hasta ahora
esta representación. Ahora debemos ser útiles para paliar el
desconocimiento existente sobre el funcionamiento de las
entidades religiosas y culturales de la comunidad musulmana.
P: No están demasiado disgregadas esas comunidades
R: Lo importante no es que haya muchas, que si tenemos en
cuenta el número de ceutíes musulmanes no lo son, sino que
cada mezquita, cada comunidad, cada sede, cuente con sus
Estatutos y su CIF de Hacienda. Así, conociendo y siguiendo
la ley, se evitan las mezquitas-garaje y mejorará el estado
de los centros de culto y los imames. La UCIDCE nace como
federación para ayudar y asesorar a cada mezquita o a cada
comunidad.
P: Y mejora, por lo tanto, la imagen pública de la
comunidad musulmana
R: Ese es un propósito interesante. Todavía hay muchas
mezquitas sin inscribir en el Registro de la Propiedad o sin
catastro, por lo que su propietario particular debe asumir
con todos los impuestos que le corresponden y que no tendría
por qué asumir a la vista del acuerdo del Estado y la
Comisión Islámica de 1992, que exime del pago a las
entidades de carácter religioso o cultural.
P: ¿Cómo enfocarán el tema de los imames?
R: Es inadmisible que haya muchos imames con 30 años de
antigüedad en Ceuta y que ni siquiera tengan una cartilla
sanitaria cuando en realidad tienen derecho a su permiso de
residencia, de trabajo y sanitario. La regularización en
condiciones de todas mezquitas y los imames debe ser una
prioridad absoluta. No es posible que haya lugares de culto
desamparados y fuera de la ley o imames, nuestros
educadores, que se pasan 5 días con nosotros y 2 con sus
familias en Marruecos, sin derecho alguno.
P: ¿Están en contacto con el Ministerio de Asuntos
Religiosos marroquí para abordar este tema?
R: No tenemos por qué. A nosotros nos ampara el Ministerio
de Justicia y la Dirección de Asuntos Religiosos. No a todos
los imames los nombra Marruecos. Esa interpretación no es
correcta: perciban una minuta de unos 50 euros al mes y para
que en su pasaporte figure su profesión como fakir, imam,
memorizador del Corán o educador deben inscribirse en el
Ministerio de Asuntos Islámicos marroquí, pero sólo para
eso. Yo puedo escoger al imam que quiera para mi mezquita.
P: ¿La UCIDCE va a asumir también responsabilidades a la
hora de controlar la difusión de versiones radicales de la
doctrina islámica?
R: Yo le garantizo que todas las comunidades son
perfectamente responsables de sus mezquitas, velan por su
control y están perfectamente... Yo no diría ‘controlados’,
porque son nuestros educadores, no delincuentes, pero están
perfectamente concienciados del mensaje que hay que
transmitir a la ciudadanía, que es un mensaje de paz,
diálogo, convivencia, misericordia y tranquilidad. Es un
mensaje que necesitamos todos, no sólo los musulmanes, y los
imames están superinformados del discurso que tienen que
dar. El Gobierno marroquí ejerce una supervisión por su
nacionalidad y domicilio oficial, pero no hay mensajes fuera
del contexto de convivencia, del verdadero mensaje del
Islam, salvo casos esporádicos que, es cierto, en alguna
ocasión pueden ocurrir, pero con personas individuales
fieles de alguna comunidad.
P: ¿La suya será una voz con autoridad exclusivamente
civil o también religiosa?
R: No pretendemos entrar en el terreno político ni quedarnos
en ser algo exclusivamente religioso. Las comunidades
musulmanas realizamos muchas tareas, a veces sin publicidad
alguna, muy importante. Atendemos situaciones críticas de
enfermos, en el hospital... Nuestro abanico de acción es
ciertamente muy amplio y así queremos continuar,
contribuyendo a mejorar la vida de los musulmanes de la
ciudad y no sólo de ellos, sino también de todos los demás
ceutíes.
P: Antes hablaba de esa prioridad absoluta en relación
con mezquitas e imames, pero ¿cuáles son sus prioridades
inmediatas?
R: Es necesario, qué duda cabe, mejorar la financiación de
las comunidades musulmanas, ciertamente muy escasa. También
en la Educación y la lucha contra el fracaso escolar tenemos
otro trabajo prioritario, no sólo pidiendo más profesores de
religión islámica [han solicitado 6 para Primaria, donde ya
imparten 10, y 2 para Secundaria] sino también concienciando
a los padres de su trascendental papel en ese campo.
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