Poco podía imaginar el joven ceutí, H.L.M de 19 años y
soldado profesional que acabaría en la Prisión Civil de
Tetuán cuando, tras cruzar la frontera del Tarajal en su
Renault Clio, se disponía, el pasado sábado, a disfrutar del
vecino país.
Iba sólo, alrededor de las cinco y media de la tarde hora
marroquí. El joven, a bordo del turismo marchaba a gran
velocidad [dirección Tetuán] en la recta previa a llegar a
la urbanización Almina. Atrás quedó la antigua estación de
tren en cuyas torretas habitan solitarias alguna familia de
cigüeñas. Por causas desconocidas, el conductor no gestionó
en condiciones la inmediata curva tras la que varios
tenderetes se han dispuesto para ofrecer servicios de
alimentación, venta de cerámicas... La confluencia de varias
desgraciadas circunstancias [velocidad, pérdida de control y
ubicación peligrosa de una zona de servicios al lado de la
carretera] trajo como consecuencia el fatal desenlace de un
gravísimo accidente de tráfico. El vehículo se salió del
asfalto chocando con gran virulencia contra varias personas
que se encontraban en los ‘tenderetes’. La maniobra segó la
vida de dos marroquíes y causó lesiones muy graves a otros
dos [uno de ellos se debate aún entre la vida y la muerte].
El joven conductor salió ileso del trance automovilístico
aunque cayó derrumbado ante la visión de lo sucedido. El
espectáculo, según narran testigos del accidente, era
dantesco.
La Policía detuvo en el mismo lugar del siniestro al ceutí
y, tras tomarle declaración en sede policial fue ingresado
en la Prisión Civil de Tetuán con carácter preventivo en
espera de juicio.
La familia ha viajado desde Ceuta a Tetuán y ha consignado
un abogado para esta causa que deberá enfrentarse a la
acusación, ya formal, según fuentes próximas a la familia,
de ‘homicidio involuntario’ por conducción temeraria. La
vista del juicio está fijada para el 1 de agosto.
|